En cuanto accedí a la Alcaldía de Huelva me marqué como uno de los principales objetivos de la gestión conseguir que la gastronomía onubense se convirtiera en una de los primeros vehículos de promoción de la ciudad y, a la vez, en uno de los motores de su progreso.

La gastronomía la entendimos en su sentido más amplio, no sólo como el arte de cocinar y el placer de disfrutar del mismo, sino con una proyección que trasciende el hecho culinario y que le otorga un papel crucial en la prosperidad de nuestra ciudad y en el bienestar de la ciudadanía.

Apostar por nuestra gastronomía implica promocionar las excelentes materias primas que tiene Huelva; difundir el buen hacer de nuestros cocineros; defender la producción local y el respeto a nuestro recursos naturales y ecosistemas y salvaguardar nuestro recetario y nuestras costumbres culinarias.

Hablar de gastronomía es hacerlo también de alimentación, de salud, de hábitos saludables y de sostenibilidad, porque 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 se relacionan de una manera directa o indirecta con la forma en la que producimos y consumimos los alimentos.

No podíamos tampoco pasar por alto que la gastronomía es además una parte de nuestra identidad y una de nuestras manifestaciones culturales; un extraordinario vehículo que hemos encontrado para la puesta en común y el intercambio entre las diferentes culturas; y un elemento esencial de promoción turística de la capital en un momento en el que las experiencias gastronómicas constituyen un elemento determinante a la hora de elegir un destino.

Había muchas razones para confiar en la gastronomía como palanca de desarrollo de nuestra ciudad y como la mejor manera de proyectar el nombre de Huelva en el mundo. Razones que nos llevaron a luchar por el título de Capital Española de la Gastronomía y a ejercer como tal en el año 2017, en el que Huelva se situó en un referente nacional del sector.

El éxito de aquella iniciativa, su repercusión y, sobre todo, la ilusión y la unidad con la que vivió toda la ciudad y la provincia la Capitalidad, nos llevaron a dar un nuevo paso con un reto más ambicioso, el de poner a Huelva en el primer plano de la gastronomía mundial, uniendo su nombre a la excelencia gastronómica y vinculándolo con la cultura, la historia y la identidad de nuestra ciudad.

Cuando nos planteamos organizar un evento con proyección internacional y que nos refrendara como destino turístico gastronómico, sabíamos que el mejor y el único compañero de viaje de esta aventura eran los países Iberoamericanos; que nuevamente Huelva tenía la posibilidad de hacer gala de su vocación americanista, en esta ocasión a través de una de sus grandes fortalezas: la gastronomía.

Trazamos entonces otro camino de ida y vuelta al otro lado del Atlántico, otro puente de unión con Iberoamérica, vinculando el nombre de Huelva a la cocina iberoamericana, a la que es esencia de la cocina mundial por sus productos y una de las mejores ofertas gastronómicas actuales por sus raíces, por su mestizaje, por su variedad y diversidad, por la personalidad de sus chefs, y también por su interpretación y su reinvención.

Y fue así como se gestó Binómico, el Congreso Gastronómico Iberoamericano, una cita pionera, que convierte a nuestra ciudad en anfitriona de la primera cumbre iberoamericana de gastronomía en Europa. En este 2021 tan complicado para el turismo y para el sector hostelero como consecuencia de los estragos de la pandemia hemos conseguido, con el respaldo de todas las instituciones y de la sociedad onubense, que la gastronomía vuela a sembrar ilusiones y esperanzas en Huelva. Y es que a veces las dificultades nos preparan para un final extraordinario como ha sido el caso de Binómico.

A pesar de las incertidumbres del último año hemos hecho que el Congreso Gastronómico Iberoamericano comience a andar y que durante tres días Huelva se sitúe en el foco mediático gastronómico, turístico y cultural, gracias a un panel de lujo integrado por cerca de 40 ponentes de 11 nacionalidades.

Binómico ha reunido en la capital onubense a unos 2.000 participantes, entre cocineros y cocineras de sumilleres, productores, estudiantes, críticos gastronómicos, profesionales y aficionados a la cocina. Algunos de los mejores chefs y profesionales del mundo y críticos gastronómicos más relevantes se han sentado estos días en la mesa de los restaurantes onubenses; han difundido a través de sus redes sociales con miles de seguidores las bondades de nuestra cocina; y han encontrado en los productos onubenses nuevas fuentes de inspiración para sus creaciones.

Nuestra ciudad ha vivido estos días una fiesta de la gastronomía y se ha convertido una vez más en la casa de la familia iberomericana. Huelva ha sido la caja de resonancia de 22 cocinas, con identidades muy diferentes, pero que comparten una sensación de hermandad. Con Binómico hemos demostrado que la unión hace la fuerza, que la confluencia de conocimientos y de experiencias ha hecho que la voz de la cocina iberoamericana, unida al nombre de Huelva, haya sonado más alto que nunca.