Con algo de retraso y en loor de multitudes, la hermandad centenaria del Rocío de San Juan del Puerto hizo su entrada en la aldea almonteña, completando así su peregrinación, un camino en que no ha habido incidentes y en el que se ha experimentado un incremento en el número de peregrinos que han acudido acompañando al Simpecado sanjuanero.

Una vez en la aldea almonteña, la junta directiva y los hermanos mayores pararon la carreta para recibir a los numerosos caballos y carros y vehículos que los han acompañado durante dos días.

Ya en la puerta de la casa de hermandad, la carreta entraba entre vivas a la Virgen del Rocío. El alcalde de la localidad, Juan Carlos Duarte, que acompañó a la comitiva romera, valoró muy positivamente estos dos días de camino. "La llegada ha sido un momento muy emotivo porque el camino ha salido bien. Tanto los hermanos mayores como la junta directiva han hecho un gran trabajo", declaró el alcalde.