El sector cárnico y lácteo de la provincia de Huelva está muy dañado con motivo de la situación de crisis derivada de la alerta sanitaria y el estado de alarma a consecuencia del coronavirus. Así, los productores onubenses de ovino, caprino, ibérico, bovino y leche de cabra ven prácticamente imposible la venta de sus productos en los que han invertido todo su patrimonio, ya que el mercado está prácticamente paralizado y la hostelería, que absorbía una parte mayoritaria de esta producción, está cerrada (canal Horeca)

A esto hay que sumar el abuso y la especulación a los que algunos compradores de carne y leche están sometiendo a los ganaderos. Es absolutamente lamentable que haya quien quiera aprovechar la debilidad de una parte de la cadena para sacar un beneficio cimentado en la miseria y la ruina, no respetando los precios pactados, proponiendo precios de risa o incluso el pago del ganado a un año vista.

Esta falta de mercado está provocando además que los animales permanezcan más tiempo de la cuenta en los cebaderos, provocando el colapso de las instalaciones y generando animales con más peso o más tiempo del debido.

Así las cosas, Asaja-Huelva, en consenso con el resto de Asajas de Andalucía y de cooperativas, propone una serie de medidas destinadas a paliar la dramática situación de los ganaderos onubenses. Una de ellas es muy simple y comienza por apelar al buen criterio de los ciudadanos, que tienen al alcance de su mano consumir carnes onubenses de primera calidad, procedentes de animales criados con todas las garantías sanitarias, en libertad, en nuestras dehesas y alimentadas con pastos naturales. Con tan sólo incluir el consumo del cordero un día a la semana en nuestra dieta, propiciaríamos que nuestros ganaderos pudieran superar esta crisis de demanda.

Pero hay otras más específicas del sector y su cadena, como involucrar a la gran distribución para que priorice el producto nacional, primar el almacenamiento privado, es decir, congelar la producción y sacarla cuando pueda ser absorbida por el mercado, promover la compra de carne nacional en instituciones dependientes de la administración pública, como los hospitales o los cuarteles, impulsar el consumo a través de campañas de publicidad y concienciación y vigilancia y seguimiento de los contratos ganaderos para evitar la especulación y el incumplimiento.

Desde Asaja también solicitan al Gobierno que establezca medidas de carácter fiscal y laboral, como el aplazamiento del IVA, exenciones en las cuotas del IRPF, de la Seguridad Social o préstamos al 0% de interés, y que se abonen de forma inmediata los pagos pendientes de la PAC en cada comunidad autónoma, solicitar el anticipo de la PAC 2020 y eliminar el requisito de comercialización basado en los coeficientes de salida de chivos o borregos para poder cobrar la ayuda acoplada.

Asaja-Huelva entiende, además, que el Gobierno debería hacer una petición a la UE para que declare al sector productor cárnico en estado de excepción o de catástrofe, y pueda así habilitar las ayudas pertinentes para este tipo de casos.

En cuanto a la leche, que en el caso de la provincia se destina mayoritariamente a la elaboración de quesos de calidad para restauración, Asaja-Huelva propone una reducción voluntaria de la producción de leche de cabra que habría de ser compensada, por medio de una ayuda, por el Gobierno, de forma que sea la administración la que cubra la diferencia entre la producción por la situación Covid-19 y la que se tendría en un ejercicio normal.