El ultimatum del Colegio de Arquitectos se saldó sin entendimiento, con la puerta abierta todavía a los tribunales por unas obras que, según el colectivo profesional, podrían estar conculcando la Ley. Finalmente, los arquitectos han optado por interponer un recurso de reposición contra el acuerdo de la Gerencia Municipal de Urbanismo por el que se concedió la licencia para la construcción del bar de la Plaza de las Monjas, para el que piden la suspensión de las obras. Ayer el Ayuntamiento dio salida a la versión oficial: no habrá freno, y el establecimiento estará en servicio "cuantos antes". La oposición socialista aprovecha para salir al paso de una polémica que se arrastra desde enero: "El PP vuelve a ponerse la legalidad por montera", apostillaba ayer el viceportavoz José Fernández.

El Colegio de Arquitectos argumenta su recurso en la "falta de resolución expresa del escrito presentado con fecha 28 de enero, en solicitud de la suspensión de dichas obras por entender que la construcción puede ser contraria a la legalidad urbanística, fundamentalmente, porque se duplica la superficie prevista en el proyecto originario que sirvió de base al Pliego de Condiciones que regula la concesión administrativa para la construcción y explotación del quiosco". Se añade que la actuación carece del preceptivo informe de calificación ambiental y proyecto de actividad; y que podría estar infringiendo el PGOU y el PERI del Casco Histórico por la limitación de superficie de este tipo de construcciones.

Si el recurso es desestimado, los arquitectos estudiarán ir más allá de la ruta administrativa para elevar el asunto a los tribunales.

El concejal de Urbanismo, Francisco Moro, aseguró ayer que "el único problema" del bar es "el retraso que está sufriendo la ejecución de la obras. Lo que queremos desde el Ayuntamiento -dijo- es que se agilicen y este servicio a los ciudadanos pueda ponerse en marcha cuanto antes".