Como es tradición, tras la Solemne Función Eucarística celebrada a las nueve de la mañana y presidida por José S. González Suárez, párroco de la Iglesia de San Juan Bautista, discurrió la Procesión Eucarística del Corpus Christi por las calles de La Palma del Condado. La Custodia estuvo acompañada por un cortejo formado por las hermandades, cofradías, grupos parroquiales y de Fe, Camino Neocatecumenal, autoridades civiles y numerosos vecinos de la localidad. El ambiente musical fue aportado por la Banda Municipal Nuestra Señora del Valle.

Los vecinos embellecieron las calles por donde desfiló la comitiva, colocando exornos florales y colgaduras en las aceras, ventanas, paredes y balcones, y alfombraron de verde el suelo con hierbas y plantas, para ser testigos del Paso de la Custodia que portaba al Santísimo Sacramento. Las esquinas y zaguanes se convirtieron en altares improvisados preparados con cariño y al detalle por hermandades y particulares, donde esperaron el paso de la Custodia, portada por los hombros de los costaleros, para ser bendecidos por la presencia del Señor, rezar y orar en cada uno de ellos. La suave temperatura inicial invitó a que gran parte del recorrido fuera agradable para los asistentes.

Por segundo año consecutivo, volvió a procesionar la Custodia que se estrenó el año pasado y llegó a la localidad hace dos gracias a la donación de José Pérez Ángel. La obra de orfebrería fue realizada por el taller de Emilio Méndez de Pilas, al que se le integró un ostensorio propiedad de la Parroquia, una pieza de bronce dorado del siglo XIX de aspecto neoclásico. Para su realización se inspiraron en el tabernáculo del Sagrario de la Iglesia Parroquial y en la Custodia de la Catedral de Toledo.

La Custodia está formada por tres cuerpos dispuestos en altura, sostenidas por columnas pareadas y coronada por una representación de la Fe Triunfante. El ostensorio se encuentra en el cuerpo inferior, la imagen de San Juan Bautista protagoniza la siguiente altura estando escoltada por los cuatros evangelistas en los remates del cuerpo y finalizándola la imagen de la Virgen Inmaculada en la parte superior. La obra orfebre se completa con seis jarras y cuatro candeleros, además de múltiples alegorías icónicas referentes a Jesús Sacramentado.

Los momentos más emocionantes fueron el tránsito de la Custodia por las alfombras de sal, elaboradas por la Asociación de Belenistas “El Templo”, ubicadas en el Convento de las Hermanas de la Cruz y en el altar situado en la Plaza del Corazón de Jesús. Ambas estampas congregaron a numeroso público por la emotividad del encuentro de las religiosas con Jesús Sacramentado y a todo el pueblo de La Palma contemplando cómo la escultura del Corazón de Jesús ponía su mirada en la Custodia. Para realizar ambas obras de arte efímero se han utilizado más de tres mil kilos de sal y varios días de trabajo por decenas de voluntarios.

Pasado el mediodía y con un calor que ponía a prueba a los fieles, la Custodia regresó al interior de la Parroquia de San Juan Bautista para descansar hasta el año que viene. Una vez culminó la procesión, se inició el traslado de la Santa Cruz de la Calle Sevilla a su capilla tras acompañar durante todo su recorrido la Procesión del Corpus Christi.