Huelva

Alerta: riesgo de tsunami

  • Los expertos piden que se informe a la población del peligro latente y se tomen medidas para minimizar los daños El registro histórico apunta las opciones de sufrir un gran seísmo en Huelva

Dice el Diccionario de la lengua española que el término alerta se corresponde, entre otras acepciones, con una "situación de vigilancia o atención". Y a ello se refieren los expertos de la Universidad de Huelva cuando hablan de la provincia onubense como zona de riesgo de tsunami: hay que vigilar y estar preparados, pero sin llegar a alarmar a la población.

La llamada de atención se produjo ayer en el marco de las Jornadas sobre riesgos geológicos y prevención en la provincia de Huelva, que organiza la Facultad de Ciencias Experimentales. Una llamada a la cordura, más bien, apelando a la "inteligencia del hombre" y a "pensar para prevenir". Porque es necesario, aseguran, evitar que se viva de espaldas a la realidad y tener en cuenta aspectos básicos al alcance de la ciudadanía. Como dice el lema de las jornadas, "conoce el peligro, reduce el riesgo".

El profesor Francisco Manuel Alonso Chaves, del Departamento de Geodinámica y Paleontología, habló de ello en su conferencia Sismicidad y riesgo sísmico en el Golfo de Cádiz. No evaluó cuantitativamente ese riesgo, aunque sí dejó una conclusión clara: "Si ya se han dado en la zona movimientos sísmicos de gran magnitud, como el de 1755, siempre cabe la posibilidad de que se vuelva a producir uno parecido".

Alonso dijo que hay que beneficiarse de los adelantos técnicos actuales para estar prevenidos y minimizar los efectos de un posible efecto futuro. "No hay que dar sensación de transmitir temor a un hecho luctuoso. Hay que estar tranquilos pero no con la actitud de esconder la cabeza bajo tierra sin ser conscientes de la realidad", explicó el profesor en su exposición. "Si se conoce mejor el lugar en el que vivimos -añadió- estaremos mejor preparados para los riesgos existentes". Eso sí, aclaró, como impresión personal, que no cree "que quienes estamos ahora aquí lleguemos a conocer un fenómeno de esta magnitud en Huelva".

Con ello, el profesor Alonso se refiere a la llegada de un tsunami parecido al que asoló en 1755 Lisboa y toda la costa onubense. Y es que más que los efectos del seísmo en sí, apunta a los de la ola gigante posterior, teniendo en cuenta que la zona de mayor actividad sísmica se ubica en el lecho marino, en pleno océano Atlántico, al suroeste del cabo San Vicente.

Es muy poco probable que se produzca un terremoto en la vertical de Huelva, aseguró, pero sí más que se de un maremoto con una ola que afecte a la costa por su impacto y la inundación posterior. Por eso Francisco Manuel Alonso recomendó estar atentos a los seísmos y controlar su duración. Si ésta es superior a los 15-20 segundos, apuntó, es bastante probable que se genere un tsunami.

Para ello, advirtió, la población tendrá unos 30 minutos para ponerse a salvo en la provincia de Huelva, que es el tiempo calculado en llegar la onda expansiva por el Atlántico desde la zona de mayor actividad. Por eso aconsejó algunas medidas básicas para seguir por la población, si bien, más que eso, exigió responsabilidad a las autoridades y compromiso para establecer planes de prevención efectivos y mantener informada a la ciudadanía de todos los detalles.

El profesor Juan Antonio Morales, del Departamento de Geología de la Onubense, habló a continuación de los tsunamitas, término que se refiere a las evidencias geológicas de tsunamis pasados, investigados a través de prospecciones en Huelva, en el litoral y tierra adentro. Así se han logrado probar, más allá de 1755, tsunamis de gran importancia sufridos en los años 1531, 1013, 949, 881, 395 y en 577 a.C y anteriores. En total, unos 14 en los últimos 9.000 años en la provincia onubense.

Mientras, la tierra sigue temblando. Hace sólo cuatro días en el Atlántico, a 568 kilómetros de la capital, con una intensidad de 5,0.

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