LOS empresarios hoteleros y hosteleros han alzado la voz al ver cómo el futuro del sector presenta amplios nubarrones de cara al verano, que es al fin y al cabo la temporada que salva las cuentas de los negocios enfocados al turismo. Lo han dicho alto y claro: así no podemos seguir, emplazando en un primer instante a los representantes de los trabajadores para que negocien a la baja un convenio que está dando muchos quebraderos de cabeza. Los hosteleros se les veían muy felices antes de iniciada la Semana Santa, con unas previsiones que eran buenas, muy a pesar de saber que los bolsillos de los españoles no estaban muy boyantes. Pero han pasado las fiestas y la realidad ha sido otra, con menos pernoctaciones, bajando el grado de ocupación, y lo que es más grave, con un consumo interno que ha decrecido en un treinta por ciento. A tres meses vista de que, en teoría, comiencen a llenarse las playas, malos augurios para un sector del que además depende gran parte del empleo de la provincia. Si a la crisis del ladrillo le unimos en unos meses la del sector servicios, apaga y vamos.

Es por todo ello que han hecho bien los empresarios en alzar la voz y mostrar la realidad, muy a su pesar, que no es otra que la gallina de los huevos de oro comienza a mostrar signos de fatiga. Ahora no hay que echar la culpa a la falta de infraestructuras, que también ayuda, pero que sin ellas se han acabado salvando las temporadas anteriores, sino que son los propios consumidores los que les pueden dar la espalda. Ahora más que nunca parece necesaria una promoción adecuada que no desvíe el turismo que hace falta en Huelva a otros lugares, y no hay que olvidar que la Costa del Sol ya tiene el AVE que tanto demanda el litoral onubense. Y no son datos aleatorios los que obran en poder de los empresarios onubenses, que se quejan igualmente de que hay problemas para la contratación y de que lo touroperadores avanzan una temporada veraniega nefasta para las empresas del sector.

Y si problemas van a tener los empresarios hoteleros y hosteleros, no les van a la zaga las agencias inmobiliarias, que se las van a ver negras para colocar los miles de pisos que tienen en cartera para alquilar los meses de julio y agosto, preferentemente. En este caso tendrán que revisar su política de precios, a no ser que los demandantes reduzcan días de estancia. Y entonces igualmente seguirán los hosteleros quejándose, ya que el consumo seguirá bajando sin remisión.

En momentos de crisis como estos rescata la memoria los fastos de principios de año con todos los representantes del sector acudiendo a la Feria del Turismo de Madrid y brindando por el excelente porvenir de 'Huelva la luz'. Entonces se habló de las grandes expectativas creadas y lo bien que había entrado el producto entre los que acabaron personándose por el lugar. Huelva está en el escaparate del turismo nacional e internacional. Esperemos que se equivoquen los empresarios.