Pasarela

La revolución de la alimentación crudivegana

  • El 'crudiveganismo' no cocina nada por encima de los 40 grados y excluye los procesados

Aguacate y calabacín con salsa maravilla, receta crudivegana.

Aguacate y calabacín con salsa maravilla, receta crudivegana.

El crudiveganismo es una de las opciones de alimentación en alza en los últimos años, gracias en parte al gran crecimiento del vegetarianismo y veganismo en nuestra sociedad. Ser crudivegano implica, en líneas generales, llevar una alimentación cien por cien vegetal en la que además los alimentos no están cocinados por encima de los 40-42 grados, aproximadamente la temperatura que pueden alcanzar al sol.

El crudiveganismo viene de la unión de dos conceptos: por un lado el crudivorismo, que apuesta por la comida raw o cruda, no cocinada por encima de una determinada temperatura, y por otro el veganismo, que promueve una alimentación totalmente vegetal, de la que quedan excluidos los alimentos provenientes de animales, incluidos los huevos, lácteos, miel y sus derivados. El crudiveganismo aúna estas dos dietas.

Los crudiveganos basan su dieta en alimentos sin aditivos, tanto frescos como germinados, integrales y no refinados. Quedan así excluidos todos los alimentos procesados que tan a menudo podemos encontrar en el supermercado. Sí es posible consumir cereales integrales y legumbres, siempre y cuando hayan sido previamente germinados o remojados. Por ejemplo, los donuts son aptos para veganos por sus ingredientes, pero no lo serían para crudiveganos por tratarse de un producto procesado.

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