La duquesa de Cambridge recibió ayer sonoros aplausos y el cariño de los más pequeños tras pronunciar su primer discurso en público, lo que hizo con gran aplomo ante una reducida audiencia en un centro de atención a niños enfermos.

La princesa Catalina, quien iba vestida con un vestido azul ceñido con un cinturón negro, recordaba en su atuendo al famoso traje de Issa London que llevó en su pedida de mano. Aunque el modelo era diferente, ajustado el de ayer y de vuelo el otro.

La esposa de Guillermo de Inglaterra se encargó de inaugurar las nuevas instalaciones en Ipswich (este de Inglaterra) de la organización benéfica Each, que ofrece cuidado y apoyo a familias con menores que sufren enfermedades graves.

Ante los miembros de esta organización, de la que ella es patrona, Catalina pronunció unas breves palabras de elogio a su actividad. Con temple y ritmo pausado, voz clara y una sonrisa en el rostro, la princesa pronunció su primer discurso público, casi un año después de casarse con el príncipe Guillermo, una alocución hecha de frases cortas que llevaba escrita en un papel. En sus palabras, la duquesa se permitió incluso aludir a su marido al asegurar que a este le hubiera gustado estar presente en el acto. Así, pasó sin problemas la prueba de su primer discurso en público.