Pasarela

Un gaditano se cuela en la gala de Miss Universo

  • El diseñador Pablo Lanzarote vuelve a vestir a la candidata española, esta vez con un original traje que homenajea a la letra Ñ y un vestido de gala

Noelia Freire luce el vestido con el que Lanzarote homenajea a la Ñ.

Noelia Freire luce el vestido con el que Lanzarote homenajea a la Ñ. / Pablo Lanzarote

El diseñador gaditano Pablo Lanzarote vuelve a colarse en el certamen de Miss Universo y es de nuevo el responsable de los vestidos que luce este año la candidata española, Noelia Freire. No es la primera vez que el joven modisto se encarga de vestir a la aspirante española, ya que en 2015 sorprendió a todos con el original traje típico inspirado en Isabel la Católica que lució Desiré Cordero y el año pasado volvió a hacerlo con Carla Barber, a la que confeccionó un diseño inspirado en Don Quijote. En esta ocasión el protagonismo no recae en un personaje histórico sino en la letra que mejor define al español: la 'Ñ'. Lanzarote asegura que con este diseño, al que ha llamado 'Viva España', ha querido "rendirle un homenaje a esta letra tan nuestra y romper los estereotipos de la España de la flamenca e intentar estar a la altura de países latinos que hacen maravillas. Tenemos que enseñarle al mundo nuestra cultura, nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra flora y fauna, nuestras leyendas incluso... en definitiva nuestro arte".

Se trata de un vestido hecho a mano en el que han trabajado durante varias semanas más de ocho personas. Está confeccionado en tul color piel y bordado en lúrex de oro con 'eñes' rojas de fieltro cristalizado colocadas de forma estratégica. El diseño se completa con unas mangas decoradas con cristales, claveles y flecos de cristal oro "que recuerdan al mantón de Manila, legado que dejó a España el país anfitrión del certamen de este año, Filipinas", recalca el joven diseñador.

Pero el traje típico no ha sido el único que ha creado Pablo Lanzarote para Noelia Freire. La candidata española también lucirá otro diseño suyo en el pase de gala. Se trata de un vestido elaborado con más de 13.000 cristales que han sido colocados a mano durante más de cinco semanas de trabajo. "Es un vestido joya, yo diría que es el colofón final a un año de aprendizaje y superación personal", matiza el gaditano.

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