Si creía que conociendo la chía, la quinoa y la espirulina tenía controlados los sabores más actuales, está equivocado. La gastronomía está dando pasos de gigantes y sigue sorprendiendo con ingredientes desconocidos, aunque muchos de ellos estuvieron de moda hace bastantes siglos. Es lo que sucede, por ejemplo, con la chirivía, una raíz parecida a la zanahoria aunque de un tono mucho más pálido y menos atractivo a la vista. Esta hortaliza fue muy popular en la Europa medieval, aunque con la llegada de la patata quedó relegada a un segundo plano. En la época de la posguerra fue utilizada como alimento para animales y hasta hace dos días se despreciaba. Ahora hace su entrada triunfal y aparece en muchos restaurantes como acompañamiento y chips. Algo parecido sucede con la panela, otro alimento del que seguramente se escuchará hablar de ahora en adelante. Se podría decir que es la nueva versión del azúcar. También procede de caña aunque se toma sin refinar. No hay que confundirla con el azúcar integral. Es más sana que el azúcar blanco y más rica en nutrientes.

La cúrcuma es otro de los ingredientes que empieza a tener un sitio privilegiado entre los alimentos del futuro por sus propiedades antioxidantes y hematoprotectores. Es el té más digestivo.

Si éstos son los ingredientes que darán qué hablar, no hay que olvidar tampoco los platos que llegan pisando fuerte, como la sopa 'pho', de origen vietnamita, o el poke, una mezcla hawayana de arroz y pescado marinado que ya están incorporando muchos restaurantes.