Boda en la familia imperial japonesa

Mako de Japón cumplirá su sueño el día 26

  • La hija del príncipe heredero se casará con el plebeyo Kei Komuro tras renunciar a todos sus derechos reales

La princesa Mako con su novio plebeyo, Kei Komuro.

La princesa Mako con su novio plebeyo, Kei Komuro. / Efe

Después de cuatro años de retraso y polémicas, la princesa Mako de Japón y su novio plebeyo, Kei Komuro, se casarán el martes 26, como informó en su día la agencia de la casa imperial. Tras el enlace, la sobrina del emperador Naruhito tendrá que renunciar a su estatus real y, junto a su esposo, se irá a vivir a Estados Unidos, donde el joven trabaja como abogado.

Mako con su novio plebeyo, en 2017, cuando anunciaron su compromiso. Mako con su novio plebeyo, en 2017, cuando anunciaron su compromiso.

Mako con su novio plebeyo, en 2017, cuando anunciaron su compromiso. / Efe

La pareja, que se conoció en la universidad, anunció su compromiso en 2017 y aseguraron que unirían sus vidas un año después. Sin embargo, pospusieron la boda debido a una polémica que se generó e involucraba a la madre del novio. Según los medios de comunicación japoneses, había pedido un préstamo a su ex prometido y no se lo había devuelto.

Las críticas de los medios y de la opinión pública hicieron que se ralentizaran los preparativos, quizás con la intención soterrada de la familia imperial de que finalmente los novios desistieran y terminaran su relación. Así que poco después, la casa imperial emitió un comunicado informando de que los jóvenes aún no estaban listos para casarse. “Es por nuestra inmadurez y simplemente lo lamentamos”. También dijeron que todo se debía a la falta de preparación para dar este gran paso.

La princesa Mako, saludando desde palacio, con sus padres. La princesa Mako, saludando desde palacio, con sus padres.

La princesa Mako, saludando desde palacio, con sus padres. / Efe

Pero esta versión de la anulación del compromiso ha caído por su propio peso con el tiempo. No solo no han desistido de casarse sino que Mako se ha mostrado más firme que nunca en su decisión y sigue dispuesta a renunciar a todas las ventajas que conlleva ser la hija del príncipe heredero. A pesar de todos los obstáculos que han tenido que superar, la princesa Mako y Kei Komuro unirán sus vidas el próximo día 26.

El matrimonio no arrancará en las mejores circunstancias, ya que la casa imperial ha precisado a los periodistas que Mako sufre desde hace unas semanas un trastorno de estrés postraumático debido a la gran cobertura mediática que la rodea a ella y a su familia a raíz de su próximo enlace.

La pareja no tendrá una ceremonia de compromiso oficial y se las arreglará sin una reunión formal con el tío de Mako, el emperador Naruhito, antes de la ceremonia, como manda la tradición. En cambio, registrarán su matrimonio en una oficina del gobierno antes de mudarse a Nueva York, donde Komuro ha conseguido un trabajo en un importante bufete de abogados.

La princesa Mako. La princesa Mako.

La princesa Mako. / Efe

Los padres de Mako apenas han mostrado su felicidad y apoyo a su hija en estos momentos. A principios de este mes, su madre, la princesa heredera Kiko, dijo que respetaría los sentimientos de su hija “tanto como sea posible”, y añadió: “Si bien ha habido asuntos con los que puedo sentir empatía, también hay temas en los que nuestras opiniones difieren”. En The Guardian, Akishino, quien es el primero en la línea de sucesión al trono, dijo el diciembre pasado que “aprueba” el matrimonio, “si casarse es lo que realmente quieren”.

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