Pasarela

Aitana, una carrera en plena efervescencia

  • La cantante, portada en la revista Vogue, lanza en diciembre su segundo disco

Aitana Ocaña posa para la portada de diciembre de la revista Vogue sin su flequillo habitual.

Aitana Ocaña posa para la portada de diciembre de la revista Vogue sin su flequillo habitual. / Pablo Zamora

La vida de Aitana Ocaña Morales (Sant Climent de Llobregat, Barcelona, 1999) cambió radicalmente cuando participó en la novena temporada de Operación Triunfo en 2017. Entró siendo una anónima y salió como una estrella de la música pop, con cinco discos de platino por su sencillo Lo malo y un contrato bajo el brazo con la discográfica Universal Music Spain. Sería el comienzo de una carrera que ha superado con creces las mejores expectativas.

Tres años después de su rutilante ascenso se encuentra en la fase de promoción de su segundo disco titulado Once razones. Su estreno oficial será el próximo 11 de diciembre. Precisamente la joven protagoniza la portada de la edición de diciembre de Vogue España, donde además de hablar de sus proyectos musicales ha mostrado su lado más íntimo y personal.

"Salí de 'OT' sin calibrar el alcance real de mi paso por el programa", afirma

La artista ha manifestado que todavía está inmersa en una etapa de aprendizaje continuo. "He crecido al tiempo que mi sueño de toda la vida se estaba cumpliendo, así que me he equivocado mil y una veces. Pero en estos tres años, si algo he aprendido es que mis errores, deben ser solo míos. Quienes me acompañan deben ser eso, compañeros de camino", apunta.

La cantante, en una de las fotos de su reportaje en Vogue. La cantante, en una de las fotos de su reportaje en Vogue.

La cantante, en una de las fotos de su reportaje en Vogue. / Vogue

La salida de OT fue una etapa difícil y pedregosa. El revuelo mediático creado en torno a su figura magnificaba sus relaciones sentimentales y la exponía a una situación para la que no estaba realmente preparada. "Salí sin calibrar el alcance real de mi paso por el programa, y fue una locura. Podía hacer una entrevista estupenda, donde me había expresado de forma natural, y sacaban unos titulares que no tenían nada que ver con mis palabras. Pasé de confiar en todo el mundo a no hacerlo con casi nadie. Me creé una coraza, pero no siempre supe salir de ella. Me tocó asumirlo tarde, y hasta que no lo hice, no disfruté plenamente de la suerte que me había tocado vivir", relata.

La evolución personal de la cantante también se ha visto reflejada en su carrera musical. "Mi primer álbum, Spoiler, salió muy rápido, realmente fue una mezcla de influencias con varios productores, de Pional a El Guincho o Alizzz. Yo no tenía claro cómo quería que fuera mi futuro musical, y acabó siendo un cómputo de aquellos temas que me gustaban más. En este segundo disco quería que mi voz se hiciera ver con un salto radical, un reflejo de lo que estoy madurando personal y musicalmente". Por último, ha querido dejar claro que ella controla todo el proceso de creación de sus canciones. "Ni una sola nota de mi música existe sin que yo esté conforme".

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