Isabel II está dispuesta a batir todos los récords. Ya lo hizo el pasado mes de octubre, cuando, tras la muerte del rey Bhumibol de Tailandia, se convirtió a sus 90 años en la monarca y jefa de estado viva con más años de reinado; pero ayer volvió a batir una nueva marca y pasó de nuevo a la historia al celebrar sus 65 años en el trono, lo que la convierte en la primera monarca británica que celebra un Jubileo de Zafiro.

Sólo el rey Luis XIV, que permaneció en el trono de Francia 72 años, el citado Bhumibol de Tailandia, con 70 años de reinado, y el emperador Francisco José de Austria, que se mantuvo 68 años en su cargo, llegaron a superar el Jubileo de Zafiro que celebra ahora la reina de los británicos.

La pasada Navidad se corrió el rumor de que Isabel II iba a abdicar en su hijo Carlos después de que una gripe la mantuviera alejada varios días de sus labores públicas, aunque tras reponerse de la enfermedad y delegar algunas funciones en otros miembros de la familia real, la monarca recuperó su actividad y dejó claro que seguiría en el trono hasta el final de sus días.

A pesar de que tanto su Jubileo de Oro como el de Diamante (en 2002 y 2012, respectivamente) se celebró con un extenso programa de actos, en esta ocasión la reina ha querido festejar su Jubileo de Zafiro de una forma mucho más discreta, tanto es así que permaneció todo el día en su residencia de Sandringham sin ningún acto público programado en su agenda. Sólo las salvas de cañón lanzadas desde la Torre de Londres y desde Green Park y una ceremonia militar con caballos y música castrense recordaron ayer el nombramiento de la reina en 1952.

Para recordar la efemérides, se emitió un sello conmemorativo y se reeditó un retrato de Isabel II tomado en 2014 por el fotógrafo David Bailey, en el que aparece sonriente y luciendo el collar y los pendientes de zafiros que le regaló su padre el día de su boda con el príncipe Felipe de Edimburgo.