En estos días se ha visto a la cantante de Poker Face más cometida de lo habitual en la gala Royal Variety Performance dedicada a la Reina de Inglaterra, Isabel II. Stefani Joanne Angelina Germanotta, nombre real de Lady Gaga, se mostró muy simpática con la soberana, con la que incluso bromeó. La cantante estadounidense rindió su particular homenaje a la corona británica y durante la gala se vistió con un traje de lúrex rojo inspirado en Isabel I de Inglaterra. No obstante, a pesar del éxito de la intérprete, y no sólo con esta actuación en Londres, sino en cada uno de sus conciertos, ésta ha confesado que la fama le está pasando factura. Se siente sola en sus giras, afirmando que una "tristeza crónica" le invade entre sus conciertos. Además, dice no llevar nada bien el hecho de estar lejos de su casa. La compositora siente el calor de sus miles de seguidores durante sus actuaciones pero cuando las luces se apagan ésta se queda más sola que la una, y eso afecta a su estado de ánimo. "Lo peor de estar de gira es la soledad", ha reconocido con contundencia.

Aún así, Lady Gaga sabe sacar lo positivo de esta situación y tomarse con filosofía esta situación, declarando que "está bien estar triste, he aprendido a amar mi oscuridad". Tanto es así que Lady Gaga ha decidido centrarse en sus triunfos musicales para sobreponerse a su soledad y aprovechar este estado de ánimo para nutrir su creatividad; y afirma "fui al estudio, toqué durante horas y compuse el que va a ser la mejor grabación de mi carrera, una preciosa canción sobre mi padre". Lady Gaga se refugia en el éxito de su carrera; que no sólo es aclamado por sus fans sino también por sus propios compañeros. Por ejemplo, Rihanna ha confesado su profunda admiración por ella.