Isabel II ha reunido a casi toda su familia en el oficio religioso de Navidad en Sandringham. Con abrigo rojo y azul oscuro las duquesas de Cambridge y Sussex respectivamente atrajeron la mayoría de flashes en un día en que los únicos ausentes fueron el duque de Edimburgo y la duquesa de Cornualles, esposa del príncipe de Gales.

La misa navideña que se celebra todos los 25 de diciembre en la iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham, donde pasan la Nochebuena tanto los duques de Cambridge como los de Sussex, representa una arraigada tradición a la que los Windsor no suelen faltar. Toda la familia real británica, incluidos los príncipes Carlos y Andrés, acompañaron este año también a la soberana inglesa. La reina, con abrigo y sombrero gris claro con motivos fucsia, saludó sonriente a la multitud que se agolpó durante el paseo de la familia real inglesa hasta el templo, ansiosos por ver de cerca al dream team de la monarquía británica completo.

De i. a dcha, el príncipe Carlos, los duques de Cambridge y los de Sussex, a su llegada a la iglesia.

Ambas duquesas apostaron por un estilismo monocolor, pero cada una le aportó su sello personal.

Isabel II, que hace dos años se perdió esta cita por motivos de salud, llegó en un coche con su hijo, el duque de York. El resto de la familia hizo a pie el corto trayecto que separa la casa de campo en la que están pasando la Navidad todos juntos y la iglesia. La duquesa de Cambridge, a la que se vio charlando sonriente con Meghan Markle, lucía un elegante abrigo rojo a juego con sus zapatos y su sombrero. La duquesa de Sussex por su parte, que caminaba del brazo de su esposo, el príncipe Enrique, apostó por un look azul oscuro con tocado que realza su figura premamá. Ambas duquesas apostaron por un estilismo monocolor, pero cada una le aportó su sello personal.