A sus 36 años puede presumir de una de las trayectorias más brillantes de nuestro panorama musical como cantante y también autor de temas que, a veces, han popularizado otros como Malú, David Bustamante o Pastora Soler. Melodías que, en Posdata, adaptó a su voz y su estilo recogiendo el aplauso del público.

-Si le pregunto quién es el que, interpretando alguna de sus canciones, más le emociona, ¿me lo diría?

-Todo el que lo hace para mí es el mejor pero, si hay una que le da un toque muy personal, es Malú. Y Pastora Soler. Son las que más me hacen vibrar. Los otros, Bisbal y Bustamante, me parecen demasiado guapos (risas).

-Pastora está en el punto de mira por Eurovisión… ¿De qué forma valora el tema?

-Lo importante ha sido su valentía. Es una figura consolidada y esto le va a venir bien a la música española. Por fin mandamos una voz que, quede como quede, llegará a quien la escuche, más allá de los idiomas. Ella es capaz de ser Céline Dion o copla. Posee una versatilidad que sólo existe aquí.

-Cambiando de tema… Me he sorprendido con su casa en una revista… Es un poco palacio, ¿no?

-¡Qué malo! (risas) Es mi hogar soñado. Desde pequeño, al vivir en Jerez, cuando llegaba el calorcito, nos traían a la playa y yo siempre les pedía bajar a la de La Isla. Lo que nunca hago es ir por encima de mis posibilidades ni comprar lo que no puedo.

-¿Cómo explica que no le cuaje ninguna relación?

-Pues no lo sé. No será por intentos. Las mujeres están un poco distorsionadas. Todos los derechos pero tampoco hay que presionar al hombre. Estoy dispuesto a ir de la mano de una pero no tienen claro si ejercer como las de siempre, las de hoy o las del mañana.

-Pero, en una pareja, ¿qué busca? ¿Una madre? ¿Una compañera?

-Depende. A veces necesitas a la madre, en otras ocasiones uno debe ser padre… Lo bonito es ser cómplices. Puedes buscar a la señora, a la inteligente, a alguien que te sepa entender y escuchar o a la amante más lujuriosa…

-Imaginemos una velada romántica con usted…

-¡Uf! ¡Hace tiempo que no tengo una cita de ésas! (risas).

-¿Cena de Ferrán Adriá o pizza?

-Ninguno de los dos. Pescaíto frito en un cartucho camino de Chiclana.

-¿Esmóquin o pijama?

-En función de la confianza. Desde luego, esmóquin solo me he puesto en la boda de mi hermana aunque sé que a ellas les gusta…

-¿Flor o anillo?

-Flor. El anillo es compromiso y posesión y luego se convierte en otras cosas. La flor es naturaleza.

-¿Velas o sin luz?

-Velas y, si hace falta, incienso, chimenea y una copita de Rioja (risas). Creo en el amor. Aunque a nivel de relaciones, aguantemos menos, sigo confiando en la fuerza del corazón.