Nueva etapa en Canadá

Comienzan otros problemas para los duques de Sussex

  • La pareja siente acoso en la isla de Vancouver mientras percibe que hay decenas de fotógrafos, incluso acampados, en el entorno de su domicilio

Los duques de Sussex en uno de sus actos en el Reino Unido

Los duques de Sussex en uno de sus actos en el Reino Unido / EFE

Enrique de Inglaterra ya se encuentra desde este martes en Vancouver para afrontar su nueva situación vital, al margen de las obligaciones de la casa británica y junto a su esposa, Meghan Markle, revalorizada como presencia y voz de lujo para cualquier producción que aspire a contar con sus servicios.

Pero aunque los duques de Sussex, tras el Megxit, tengan todo planeado para ir a su aire, ya libres de los rigores y exigencias de Buckingham, comienzan los contratiempos para la pareja, la más perseguida por los medios.

Harry aterrizó este martes en Vancouver encontrándose con la realidad de decenas de paparazzi merodeando por su domicilio canadiense en la isla junto a la urbe canadiense.

De hecho el paseo con el que Meghan disfrutaba de su bebé Archie y sus mascotas mientras Isabel II firmaba las disposiciones de la nueva condición de la familia, por Hort Hill, ha sido captado por fotógrafos que estaban camuflados por todo el parque. La duquesa no dio su consentimiento para ser fotografiada en este momento de intimidad al aire libre, lo que entiende como acoso, convirtiéndose en portada de los periódicos norteamericanos y británicos.

La pareja ha recibido con gran desagrado esta sensación de asfixia y han amenazado, una vez más a los editores.

La relación de los Sussex con los tabloides del Reino Unido y la prensa amarilla estadounidense va a seguir siendo muy difícil a tenor de lo que se atisba en el horizonte:quedar al margen de la reina y de las irritantes indicaciones de los duques de Cambridge no era el único gran problema que tenían. Ya tienen incluso a redactores acampados en las proximidades de su casa para vigilarles.

Enrique se encuentra desde este martes en la Columbia Británica y entre otros asuntos que está abordando se encuentra el de la marca registrada “Sussex Royal”, que ha quedado disponible en países y sectores. Una empresa licorera de Quebec ha conseguido el nombre para bebidas alcohólicas. Los derechos de imagen de la pareja ducal es de unos 400 millones de euros anuales, pero sus abogados no parecen tener ahora controlados todos los detalles.

Isabel II ha dado su visto bueno a la marcha de los Sussex de la agenda de actos de la familia británica y ha resuelto la petición unilateral de manera rápida y casi de manera indolora, por su parte, tras el estupor inicial. Harry y Meghan a partir de esta primavera no recibirán respaldo de la arcas públicas, e incluso tendrán que pagar por la adaptación de su domicilio en el Reino Unido, a cambio de su libertad empresaria y financiera.

El hijo menor del príncipe de Gales aseguró que le hubiera seguir prestando servicios a su abuela sin necesidad de fondos públicos, pero este deseo no fue posible, tal como comunicó antes de partir a Canadá en un discurso en la entidad benéfica Sentebale. “He aceptado esto, sabiendo que eso no cambia quien soy yo”, expuso Harry, que sigue siendo sexto en la línea de sucesión.

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