Barcelona es una ciudad creativa en la que los genios encuentran su lugar. Y en el caso del chef Óscar Díaz ese sitio es el restaurante Palosanto, en el Barrio Gótico de la ciudad Condal. La suya es una propuesta gastronómica considerada como una parada imprescindible donde se mezclan platos de la cocina mediterránea con toques y formas de preparación propios de la tradición peruana,ofreciendo nuevos platos pero reconocibles para el público.

Mucho ha pasado desde que le entrara esa vena culinaria en la marisquería de su padre, que a base de trabajo y esfuerzo le ha llevado hasta Barcelona para trabajar primero en el Grupo Tragaluz, donde se moldeó dentro de un grupo potente. Ahora, con toda esa experiencia a sus espaldas y como jefe de cocina del Palosanto, enfoca este proyecto con mucha ilusión y satisfacción por lo que crea.

Muy contento por la buena acogida que ha tenido la carta de Palosanto tanto por los críticos como por el público, considera que es el resultado del buen hacer de todo su equipo y del reconocimiento que el público hace de los productos empleados. En este sentido, marcado por la gastronomía peruana, siempre prefiere trabajar con pescados, aunque lo fusiona con verduras para dar ese toque mediterráneo. Experimentado en los fogones, disfruta jugando con sus creaciones y gozando de la libertad que la dirección del restaurante le otorga con total confianza.

Considera que en la cocina la presentación, el sabor y la preparación van siempre de la mano y todos tienen la misma importancia, pues cuando algo entra primero por los ojos y el sabor acompaña, se consigue un plato de diez. Considera que hay un público y unos chefs para cada cocina, desde la más elaborada a la más sencilla, aunque él prefiere mantenerse en el punto medio. Y si hablamos de preparación, Díaz confiesa que es imprescindible tener un buen equipo, contento y con energía, pues el ingrediente más importante es y será siempre el amor y la dedicación al trabajo.

El chef peruano realiza cada temporada una nueva propuesta de platos junto al chef ejecutivo del grupo, aportando ideas y jugando con las propuestas que surgen. Así ofrecen a los comensales delicias únicas nacidas de una cocina fusión con personalidad. Y es que Óscar Díaz se preocupa mucho por mantener una línea entre los sabores mediterráneos que son el referente de su cocina y las influencias peruanas que tan de moda están ahora en el mundo. Su objetivo es ofrecer una propuesta culinaria única, reconocible pero diferente al resto. Una cocina joven, dinámica, asequible pero de la mejor calidad, que no deje ningún paladar indiferente.