Iberoamericano

Cuatro décadas a través de los homenajeados

  • Cineastas de máximo prestigio y figuras muy conocidas para el público pasaron por el certamen

El Ciudad de Huelva que ayer recibió Soledad Villamil tiene sólo 15 años de vida. Fue un premio creado en 1999 para rendir tributo a figuras del cine iberoamericano. Pero siempre se han realizado homenajes en el festival de Huelva. Casi siempre, porque en la primera edición, en 1975, no se programó ninguno; y tampoco hace dos años, cuando los recortes presupuestarios impidieron tener un invitado estelar en 2012. Aun así, después de casi cuatro décadas, buena parte de la historia del certamen se refleja en sus homenajeados.

El más célebre de todos, sin duda, fue Luis Buñuel. Más que un invitado fue el impulso que necesitaba la cita para captar la atención internacional. Buñuel, tras su exilio mexicano, personificación del puente entre España y Latinoamérica, y de la genialidad universal, no era muy amigo de apariciones públicas pero hizo una excepción con Huelva y periodistas de todo el mundo se movilizaron para recoger en directo el testimonio de un mito del cine mundial.

Tras el siguiente homenaje al mexicano Luis Alcoriza, otra figura decisiva en la cinematografía iberoamericana, en 1978 se recuperó a otro genial director español, Luis García Berlanga, al mismo tiempo que se ampliaba la nómina de homenajeados con otros formatos: el escritor Fernando Arrabal, en Encuentros, y al argentino Leopoldo Torre Nilsson, en Memorial, para rescatar grandes nombres desaparecidos.

Muy recordada fue la dedicatoria de la sexta edición (1980) a la actriz mexicana María Félix, una de las grandes divas iberoamericanas; como Dolores del Río, protagonista del Memorial en 1983, año en el que se rindió tributo a Juan Antonio Bardem.

Hubo en aquellos años 80 recuerdos a personajes de la literatura ya fallecidos, como Federico García Lorca (en 1982), Julio Cortázar -a quien su enfermedad le privó de estar en Huelva tras las gestiones personales de José Luis Ruiz en París- en 1984, y cuatro años más tarde Gabriel García Márquez.

Dos de los mexicanos más internacionales, Mario Moreno Cantinflas y Emilio El Indio Fernández (el general Mapache del Grupo salvaje de Sam Peckimpah), también recibieron el calor del público onubense. Como también muy cercano e intenso fue el cariño recogido por los españoles Rafaela Aparicio (1989), Alfredo Landa (1991), Antonio Ferrandis (1993), José Sacristán (1995), José Luis López Vázquez (1996), Sara Montiel (2000) y Carmen Sevilla (2001).

Latinos en Hollywood fue el pretexto, en 1998, para traer hasta Huelva a dos de los actores más conocidos: María Conchita Alonso y Edward James Olmos. Ese año -en el que ya se entregó la estatuilla con la carabela que hoy representa el Ciudad de Huelva- hubo dos homenajes más, al director español Fernando Colomo, responsable de comedias muy populares, y la actriz argentina Cecilia Roth, que llegó acompañada de muchos amigos, los mejores intérpretes españoles de su generación. Un año antes, otra latina con proyección norteamericana, la brasileña Sonia Braga fue homenajeada.

Entre los memoriales, algunos muy sentidos, como los de Manolo Summers (1993), María Luisa Bemberg (1995), Tomás Gutiérrez Alea (1996) y Pilar Miró (1997), vieja amiga del festival.

En los últimos años, aparecen nombres de peso en la historia del cine iberoamericano, como el boliviano Jorge Ruiz, el chileno Miguel Littin, el argentino Adolfo Aristarain, y el portugués Manoel de Oliveira, de 106 años, homenajeado más longevo del festival tras recibir en 2005 el Ciudad de Huelva con 97 años. También hubo premio para Federico Luppi, Maribel Verdú o el del pasado año al andaluz Antonio de la Torre. El onubense José Luis Gómez, uno de los actores más respetados, lo recibió en 2008.

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