LA OPINIÓN

El cine, simplemente cine

PARECE que fue ayer cuando veíamos nuestra primera película y salíamos entusiasmados con la experiencia y, sin embargo, se trata de una actividad en extinción. ¿Recuerdas cuál fue la primera película que viste en la gran pantalla?, ¿recuerdas cuál fue el primer cine que visitaste?

El cine, ¡qué gran maravilla de la humanidad! Hay que pensar en una historia que contar, escribir los guiones de los personajes, buscar los decorados, elegir las escenas exteriores, esperar que la luz sea la buena. Debe de llover (o no), debe hacer sol, nubes, tormentas... Ahora debemos elegir las actrices y los actores, el vestuario que no se olvide, maquillaje, peluquería, animales, colores y una de las cosas más bellas del cine -la música-, siempre acorde con el momento, con ritmos diferentes, subidas de tono, rapidez, lentitud, tambores y violines. Cómo me gusta el cine. Qué gran variedad de situaciones nos ofrece este gran arte del cine: hacernos reír, llorar, gritar, acelerar el corazón, caer una lágrima muy despacio, suspirar.

Según escribo estas líneas, me vienen al recuerdo, no las películas que he visto en el cine, sino las experiencias, los momentos y las personas que me acompañaban al cine. Recuerdo esas primeras películas de niño en las que me asustaba el ruido por lo alto que sonaba todo. Parecían cien caballos al correr cuando sólo eran diez, los disparos salían por todas partes -qué maravilla- y esa banda sonora que aún suena por todas partes nunca pasará de moda.

Por supuesto que me acuerdo de los amigos. "¿Eh, qué haremos mañana?, ¿por qué no vamos al cine?, ¿qué película veremos?"- La respuesta siempre era la misma: "Es igual la que pongan". Aquí aparecieron las primeras novias, por supuesto que íbamos a ver la película, ¿o no? Era un rato casi a ciegas en el que veíamos la peli y se alteraban un poquito las hormonas.

Luego, ya con novia oficial, la tarde era diseñada en torno al cine. "¿A qué cine quieres ir? Y a la salida podemos ir a cenar, bailar... Pero antes había muchos cines; hoy todo ha cambiado y tenemos muy pocos cines en las ciudades.

¿Os dais cuenta de las veces que recordamos "has visto esta película?, ¿recuerdas aquel momento de la película en que ?, mira en este lugar se rodó la película". Todas estas cuestiones las recuerda el cine, por eso es tan grande, y por eso tenemos que potenciarlo.

Madre mía, qué grande es el cine. He querido hacerle este pequeño homenaje y, por supuesto, a nuestro Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Disfrutemos del CINE y entre todos hagamos que sea ese nexo en el que la imaginación supera a la realidad.

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