María Cecilia Sánchez. Actriz colombiana

"Latinoamérica es un niño en las artes audiovisuales"

  • Muy conocida en su país por sus trabajos en cine y televisión, la intérprete forma parte del jurado oficial del certamen.

-¿Qué siente al ser jurado donde antes ha competido con dos películas?

-Es una sensación muy gratificante y muy especial. Me han comentado estos días que pudieron ver otros años La pasión de Gabriel y Satanás. Está muy bonito que vayas a un sitio y ya conozcan algo de tu trabajo previo. La gente está muy acostumbrada aquí en Huelva a ver cine latinoamericano y es fantástico ver un público que sabe recibir bien algo de Iberoamérica, que aunque hay cosas en común, tiene situaciones y realidades sociales muy diferentes. Ver la reacción de la gente es muy bonito. Además es fantástico ver cine latinoamericano. Es fundamental que haya este tipo de eventos con esta difusión y acercar a la gente aquí en España nuestro trabajo. Es una labor muy bonita del festival.

-¿Qué supone competir en un festival como Huelva?

-Lo que a veces no se puede hacer porque no hay cómo comercializar nuestro cine. La distribución del cine latino todavía es muy complicada, salvo que sean películas que ganen premios en diferentes festivales. Se ve nuestro cine en España pero no tanto como quisiéramos, pese a la oportunidad de tener un mismo idioma. Y hay muy buena receptividad. Por ejemplo, vimos la película colombiana [Cazando luciérnagas] con público y es muy especial ver cómo algo muy local también tiene esos conceptos que pueden ser muy internacionales y entenderse perfectamente.

-¿Es éste un buen momento para el cine latinoamericano?

-Sí lo creo. Este año, por ejemplo, en Cannes, hubo una película del mexicano Amat Escalante, que fue premiado como mejor director. Esta clase de cosas, que siempre haya presencia latinoamericana en los festivales, también de primera línea, es fantástico. Latinoamérica empezó con otro tipo de cine, muy arraigado a los conflictos sociales y políticos. Afortunadamente estamos ya pasando esa etapa y empiezan a verse nuevos realizadores con nuevas propuestas, como Cazando luciérnagas, con otras realidades. Colombia tiene todo aquello que lamentablemente se ve fuera pero también son cuarenta y tantos millones de realidades, con un folclor exquisito y una cosa bien interesante, la riqueza de sus etnias. Es fantástico que la gente pueda descubrir otro país por medio del cine. Por eso es tan importante que ahora haya nuevos directores que hagan otra clase de argumentos. Tenemos una tradición cinematográfica que es amplia pero no tan antigua y eso es un proceso de maduración. Y justamente ahora vemos ese proceso también por otras influencias, como una ley fantástica de impulso y apoyo al cine por la que en Colombia ha pasado de tener 8 largometrajes al año a 20. Pero Latinoamérica es un niño en las artes audiovisuales.

-Ahora está afincada en España. ¿Cómo afronta la experiencia?

-Supone un reto muy grande, muy complicado personalmente, pero súper bonito. Porque empiezas a trabajar casi de cero. Pero también es muy sano porque uno está muy cómodo. Salirse del espacio de confort laboral supone un riesgo pero siempre aprendes. Luego te sorprendes de todo lo que ya traes en la maleta; estamos acostumbrados a trabajar con las uñas, por manejarnos con menos medios, y eso implica que uno tiene mucho rigor. Estamos acostumbrados a trabajar fuera de la comodidad. Por eso ahora puedes disfrutar mucho y puedes hacer un gran aportación.

-Tiene valentía por dar este paso.

-Sobre todo en estos tiempos tan complicados porque llegas en una situación muy difícil para las artes en general. Y si lo es para los locales, imagínate para los inmigrantes, porque uno no deja de serlo por mucho que sea artista.

-¿Es difícil trabajar en España?

-Debo entender que es muy complejo que veamos personajes latinoamericanos en la televisión o el cine. Porque el fenómeno de la emigración de Latinoamérica a España tiene un par de décadas y no está tan arraigado en la sociedad. Por tanto, no hay tantos personajes ni interés en describir y ser partícipes de la vida de los inmigrantes, de momento. Pero eso es una cosa que va cambiando. Por supuesto es mucho más fácil hacer televisión si estás en Norteamérica y eres latino; hacer cine es infinitamente más fácil que en España. Además también es un momento complejo para el país y para las artes. Y es bonito de ver porque te das cuenta de las grandes luchas que empiezan a librar las personas que defienden el arte aquí. Nosotros estamos muy acostumbrados a trabajar con muy bajos presupuestos, a gestionar el patrocinio y no tenemos tantas subvenciones estatales como acá. Es muy difícil hacer cine en Latinoamérica, y en Colombia, tremendamente complicado. No digo que aquí no lo sea; de hecho lo es. Pero están empezando ya a cambiar el modelo y dejar de un lado la mentalidad de la financiación pública.

-Aquí está haciendo teatro.

-Bailo hace mucho tiempo y estamos montando ahora una pieza de danza-teatro. Y he tenido la oportunidad de trabajar en Madrid en formatos no convencionales que ahora se están llevando a Latinoamérica con mucho éxito, como los microteatros. Ahora con el tema de la crisis ves las ganas y cómo empieza a verse el ingenio de la gente. La gente empieza a reinventarse y es un proceso que cuando uno está dentro es duro pero con perspectiva se verá que saldrán cosas muy buenas.

-¿Y hacer cine en España?

-Me encantaría trabajar aquí. Me vine buscando también un cambio de modelo de producción. En mi país he conocido los sistemas de producción del cine, del teatro y de la televisión, y quería darme un aire y empezar a ver otras formas que son muy interesantes. Aquí he hecho cosas en la tele y en el teatro pero también he empezado a participar en la gestión. Me he acercado a querer producir cosas, a estar más activa. Cuando uno está en el oficio de actor, trabajas todo el tiempo por encargo para otros y te olvidas de las iniciativas que tenías, de todos los proyectos que querías hacer y de esa gran creatividad que tenías en la escuela. He retomado mis propias iniciativas. No se hacia dónde me llevarán; ahora, donde esté el trabajo. Me gustaría ir una temporada a Colombia porque está situado estratégicamente, en la mitad geográfica de América, muy cerca de México y Argentina, donde ahora hay productoras como Fox y Sony que trabajan ahí por los costes.

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