Críticas 'Boccaccerías habaneras'

Humor gratificante

Boccaccerías habaneras. Producción: Cuba, 2013.- Duración: 100 minutos.- Dirección: Arturo Sotto.- Guión: Arturo Sotto.- Fotografía: Alejandro Pérez.- Música: Andrés Levin.- Montaje: Alejandro Valera.- Intérpretes: Daniel Amat, Félix Beatón, Claudia Álvarez, Mario Guerra, Raúl Bravo, Tulio Marín, Raúl Lora, Yadier Fernández, Omar Franco, Luis Alberto García, Irela Bravo, Ulises Aquino, Yudith Castillo, Patricio Wood, Yerlín Pérez, Luis Ángel Batista, Yordanka Ariosa, Jorge Perugorría.

Premiada en el Festival de La Habana del año pasado, es la clásica película de episodios que integran los relatos Los primos, "No te lo vas a creer y La historia del tabaco, unidos por el hilo conductor del despacho de un escritor a quien la gente acude para contarle sus intrigas personales. Sus pretensiones son las de conseguir algún dinero y lograr la fama convirtiéndose en personajes de novelas. El filme, inspirado en el Decameron boccacciano, abunda en pasajes donde se mezclan la sensualidad, el humor, la procacidad, el descaro irreverente y otros sentimientos menos confesables.

Debuta el realizador Arturo Sotto en la comedia, al menos con una perspectiva muy diferente a lo que aparentemente hizo en sus anteriores películas, recreando algunos de los textos de Boccaccio y articulando otros en esa clave pero con una intención muy habanera, agudizando todos los elementos más acusados del género.

Visión crítica de la actualidad a través de situaciones que provocan la hilaridad, consecuencia también de la afortunada actuación de los intérpretes, muy numerosos y entre los que se encuentras rostros conocidos de la cinematografía cubana, que han acertado plenamente en la expresión justa de sus personajes.

Como la naturaleza de las historias es distinta, lo es también su expresión cinematográfica y, por tanto, su tratamiento formal en todos los sentidos. Ello es un mérito que reconocer en Arturo Sotto, cuyo espectáculo visual resulta muy gratificante para quienes buscan humor a cualquier precio. Aquí lo hay para quienes quieran un talante ingenioso, agudo y refinado y para quienes prefieren otro más cotidiano o de nivel inferior.

El realizador nos remite en muchas de las secuencias del filme a esa gracia natural y ocurrente, genuinamente cubana, que nos recuerda películas de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, entre otros.

Sobre el trasfondo de la crisis, que a todas partes llega, surgen las críticas políticas, sociales, culturales, económicas -"Como aquí no hay Bolsa, un problema menos", dice una de las protagonistas- y los contrastes urbanos. Junto a una Habana pulcra del principio a la otra carcomida por el tiempo. Incluso un homenaje a "esos anormales que hacen cine", citándose a Pasolini, Fellini, Visconti. Con sesgos sarcásticos.

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