Iberoamericano

'Fecha de caducidad'

Producción: México, 2011.- Duración: 111 minutos.- Dirección: Kenya Márquez.- Guión: Kenya Márquez y Alfonso Suárez.- Fotografía: Javier Morón.- Música: Mario Osuna y Alejandro Segovia.- Montaje: Felipe Gómez y Juan Manuel Figueroa.- Intérpretes: Damián Alcázar, Ana Ofelia Muguía, Marisol Centeno, Eduardo España, Martha Aura, Jorge Zárate, Catalina López, Eduardo Villalpando, Laura de Hita

Cualquier espectador puede advertir desde las primeras secuencias de esta película que, evidenciando su procedencia genuinamente mexicana, tiene claras influencias almodovarianas, de un cine que ha trascendido más allá de nuestras fronteras, si bien, en el fondo, predomina, un sentido burlón, ocurrente y jocoso, en el que el humor negro y sarcástico juega sus mejores bazas. Unas historias paralelas, las de Ramona, principalmente, Genaro y Mariana, que confluyen en un relato cuyas tramas ficticias no traicionan nunca la realidad y lo que es evidente para el espectador.

La viuda Ramona, cuyo hijo, Osvaldo, es un patán impresentable, desaparece misteriosamente. En su desesperada situación, empieza a indagar apenada y convulsa la razón por la que su hijo la ha abandonado sin rastro alguno. Recurre al depósito de cadáveres sin resultado positivo. En la morgue, Milagros la ayuda en su búsqueda. Allí coincide con Genaro, un frustrado estudiante de medicina, que se gana la vida vendiendo los recambios de automóvil que roba en un cementerio de coches y de otras artimañas y chanchullos. Ramona también conoce a Mariana, que acaba viviendo en el mismo edificio y que, huyendo de un hecho culpable, se sirve de la paranoica Ramona y del aprovechado Genaro, con aire de freakie para seguir poniendo tierra de por medio.

Este extravagante trío que nos presenta la guionista y directora Kenya Márquez, son sus mejores argumentos, en la plasmación de sus problemáticos personajes, para encauzar una historia disparatada pero mordaz, cuya intriga acaba estimulando la incertidumbre de los espectadores. Estos tendrán ocasión de reír a lo largo de los diversos pasajes ingeniosos y divertidos en los que abunda la película. A la oportuna puesta en escena la realizadora añade el acertado uso de la cámara en muchos de sus encuadres y en la mayoría de los planos que definen una narrativa tan macabra como surrealista en varias ocasiones.

Son fundamentales en la realización la hábil articulación en la historia de los tres personajes solitarios, marginados y estrafalarios y en un relato que tiene tanto de comedia negra como de thriller grotesco, en el que surgen aspectos humanos y sociales -el apunte de la emigración clandestina en la huida de Mariana-, conjugados con una fluidez narrativa -aunque su relato requiera a veces de obligadas reiteraciones-, una asombrosa naturalidad en la resolución de las secuencias y una sencillez expresiva realmente admirable. Por supuesto que la interpretación es capítulo fundamental y en él Ana Ofelia Munguía y Damián Alcázar, sobre todo, con actuaciones memorables, pero también Marisol Centeno, consiguen que la película redondee una pieza cinematográfica verdaderamente sugestiva y de visión muy gratificante.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios