Iberoamericano

Don Luis y el Iberoamericano

  • El cineasta aragonés, protagonista de un ciclo este año, está vinculado al festival desde su visita en la segunda edición

Dicen los veteranos, los fundadores del festival, que el Iberoamericano nació realmente en su segunda edición, en 1976, con la visita de Luis Buñuel. Fue entonces cuando el mundo del cine, nacional e internacional, miró con interés a Huelva, descubrió la labor de un grupo de entusiastas locales y empezó a respaldar decididamente lo que aquí se hacía. Porque esa presencia de Don Luis no fue poca cosa. Enemigo confeso de los festivales, reacio a entrevistas y apariciones públicas, sorprendió a todos cuando aceptó la invitación de José Luis Ruiz, osado director de la muestra de cine onubense, que no dudó en viajar a México y plantear al gran maestro un homenaje que para otros fue imposible. Ahí empezó la vinculación de Huelva con Buñuel, que hoy se mantiene.

Treinta años después de su fallecimiento, el cineasta aragonés protagoniza en esta edición de 2013 un ciclo dedicado a parte de su producción en México, país de adopción y donde desarrolló la mayor parte de su filmografía. Por esa unión con el país azteca, la relación de Buñuel con el festival de Huelva estaba cantada.

Estuvo sólo dos días en la capital onubense. Recibió el Colón de Oro como homenaje, protagonizó una multitudinaria mesa redonda en el salón de actos de la antigua Casa de la Cultura y ofreció incluso una rueda de prensa a los medios de comunicación. Pero más allá de la oferta, sólo con su presencia hizo posible que cineastas de toda España acudieran a Huelva sin ser llamados. La organización se sorprendió con la llegada de nombres ilustres que ni siquiera habían sido convocados. Las visitas de Don Luis a España eran muy excepcionales y había que aprovechar cualquier ocasión para conocerle en persona y escuchar sus palabras.

"El salón de actos estaba abarrotado", recuerda el periodista y miembro fundador del Iberoamericano Vicente Quiroga. "Vino muchísima gente de todo el mundo para verle. Hasta Carlos Saura estuvo escuchándole y se dieron un abrazo al final de la charla. Hubo aplausos de al menos diez minutos. Fue uno de los momentos más intensos de la historia del festival".

En la mesa redonda participaron, entre otros, el historiador Roman Gubern; el biógrafo y amigo personal de Buñuel, padre Ontiveros; y dos de sus estrechos colaboradores en los últimos años, el guionista Jean Claude Carriere y el productor Serge Silberman. El propio director aragonés se limitó a intervenir al final del acto.

"Don Luis tenía una charla encantadora. Su manera de expresarse era lenta y reposada pero acaparaba la atención de todos. No se caracterizaba por tener un caracter abierto pero vio un ambiente tan acogedor en Huelva que se mostró encantado", explica Quiroga, que compartió muchas horas con él.

El Iberoamericano es de los pocos festivales del mundo que contó con su presencia. Sólo apareció también por el de Venecia, dejando de lado a muchos otros que querían contar con una leyenda del cine mundial. En Huelva siguió su vinculación con más homenajes, como el tributado en 2000 por la celebración de su centenario, que incluyó un ciclo, charlas y la presentación de una biografía. Este año, un nuevo ciclo mantiene vivo su recuerdo.

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