Good vibrations. Directores: Glenn Leyburn, Lisa Barros D'Sa. País: Reino Unido, Irlanda. Año: 2012. Duración: 97 mins. Intérpretes: Dylan Moran, Jodie Whittaker, Richard Dormer, Andrew Simpson.

En GoodVibrations el cine queda arrinconado en favor de códigos gramaticales euforizantes. Es el viejo problema del academicismo, que le debe soltar la mano a la realidad para mejor agarrar el bolso de la verosimilitud fílmica. Y, es evidente, Lisa Barros D'Sa y Glenn Leyburn no ven esto como un problema: se trata de transmutar lo ciertamente específico -la vida de Terri Hooley, factótum en el desarrollo de la escena punk en el Belfast de los tumultuosos años setenta- en universal (debe haber un capítulo para esto en cada manual de guión), neutralizando singularidades y aislando, de entre todas las fuerzas que pueden atravesar una película, la más espuria, la que lo empeña todo por poder teledirigir las emociones del espectador. Así, aquí todo es look y light, el elefante norirlandés sólo un perro rabioso y el tuerto Hooley un extraño entusiasta que transita impecable por los puntos de giro destacando sobre el fondo de secundarios, personajes que se deshacen en volutas de humo. Pero como dijo aquel, "toda película es buena en su estilo", y ésta servirá para que Hooley, The Undertones o The Outcasts disfruten de una merecida segunda juventud.