La Academia del Cine Europeo refrendó ayer su interés por el universo de Michael Haneke colocando el último trabajo del director, Amour, como favorito para sus premios anuales, que se entregarán el 1 de diciembre en Malta y cuyas candidaturas, como viene siendo costumbre, se anunciaron en el Festival de Sevilla. El drama de Haneke, que le valió a su autor la segunda Palma de Oro de su carrera, ha recibido el mayor número de nominaciones de este año, seis, y todo apunta a que el autor de La pianista volverá a triunfar en estos galardones, como ya le ocurrió con filmes anteriores como Caché y La cinta blanca.

En concreto, Amour opta a los premios a la mejor película, mejor director, mejor actriz (Emmanuelle Riva), mejor actor (Jean-Louis Trintignant) y mejor guión (del propio Haneke), y competirá también por la estatuilla a la mejor fotografía, de Darius Khondji.

Si Amour aparecía en todas las quinielas, lo cierto es que tampoco ha habido sorpresas en la lista de seleccionados que la acompañan, que forman algunos de los títulos que más han llamado la atención en el circuito de festivales.

Así, el largometraje de Haneke se medirá en la categoría de mejor película con dos de las vencedoras de la Berlinale, la italiana César debe morir, de los hermanos Taviani, merecedores del Oso de Oro, y la alemana Barbara, de Christian Petzold, Oso de Plata al mejor director; con una de las propuestas más aplaudidas de Cannes, la danesa Jagten (The Hunt), de Thomas Vinterberg, por la que Mads Mikkelsen se llevó el premio al mejor actor en el certamen galo; y la sensación de Venecia 2011, la británica Shame, de Steve McQueen, que le reportó la Copa Volpi a Michael Fassbender. El fenómeno de público de la francesa Intocable, de Olivier Nakache y Eric Toledano, también ha seducido a los académicos, que la han situado entre las aspirantes al galardón máximo, el de mejor película. Se da la curiosidad de que varias de las cintas elegidas se proyectarán en el Festival de Sevilla: Amour y César debe morir forman parte de la Selección EFA y Jagten (The Hunt) se programa dentro de la Sección Oficial, mientras que Shame yacompitió el año pasado y tanto McQueen como Fassbender acabaron en el palmarés de la cita hispalense.

Apenas hay presencia española en las nominaciones, pese a que las andaluzas Grupo 7 y La voz dormida estaban entre las preseleccionadas. Finalmente sólo habrá dos representantes: Alberto Iglesias, candidato como mejor compositor por El topo, y Arrugas, aspirante al premio a la mejor película de animación.

En el capítulo actoral es previsible que se imponga la veteranía de los protagonistas de Amour, Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant. La primera parece tenerlo más fácil: se enfrenta a Emilie Dequenne por su papel en A perdre la raison; Nina Hoss por Barbara; Margarethe Tiesel por Paradise: Love, y Kate Winslet por Un dios salvaje. Trintignant, entretanto, pugna contra otras interpretaciones tan celebradas como la suya: el resucitado Gary Oldman de El Topo, Fassbender o Mikkelsen también cuentan con posibilidades, y no hay que olvidar a los actores de un éxito arrollador como el de Intocable, Francois Cluzet y Omar Sy.

Alberto Iglesias, un nombre habitual en el reparto de los Goya, galardón que se le ha concedido en diez ocasiones, también se perfila como uno de los compositores predilectos de la Academia Europea. Tras Volver y Los abrazos rotos, el español podría conseguir su tercer Premio del Cine Europeo si su partitura para la película de Tomas Alfredson vence a la banda sonora del filme A Royal Affair, de Cyrille Aufort y Gabriel Yared; el trabajo de Francois Couturier en Io Sono Li, y la música de George Fenton por La parte de los ángeles, de Ken Loach.

Entre los profesionales encargados de leer las nominaciones estuvieron el vicepresidente de la EFA, Nick Powell; la cineasta Agnès Varda; los actores Victoria Abril, María Valverde, Clara Lago, Carmen Ruiz, Daniel Grao y Andrés Velencoso y el productor Antonio Pérez. Al acto también asistió la directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, quien en su discurso dijo que había que reivindicar "el sur, otra Europa más allá de los mercados".