A las 7:50 de la mañana del domingo 1 de octubre, un par de mossos llegó al colegio L`Univers, en el barrio barcelonés de Gracia, los activistas le hicieron un pasillo, les aplaudieron y se fueron. Nada más, la orden dada por la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no ha surtido efecto en el cuerpo autonómico. En este colegio se ha podido votar, aunque con tremendas complicaciones. La Generalitat ha facilitado a los miembros de las mesas –hay 13 constituidas- una aplicación informática, pero ésta se cae constantemente. Es un voto a cuentagotas en una suerte de auto referéndum porque tanto los que participan del voto como los organizadores como los miembros de la mesa forman parte de la misma comunidad independentista. Cada miembro de la mesa, que han sido voluntarios escogidos a la puerta del colegio antes de que éste abriese, meten el número del carné de identidad de los votantes en los teléfonos móviles habilitados; al rato, si hay suerte, aparece en pantalla el nombre del vecino. Y vota. Esta misma mañana, la Generalitat tuvo que cambiar el sistema de colegios, de tal modo que hay un censo universal y cada ciudadano puede votar en el colegio que desee. O que esté abierto.

Según los datos del consejero de Presidencia, Jordi Turull, se han podido constituir el 73% de las mesas, aunque es un dato que hay que mantener en cuarentena. La convocatoria del 1-O se ha convertido en una gran movilización independentista. En otra escuela cercana, en la Ramon Llul, en la calle Cerdeña, la Policía Nacional logró cerrar el colegio, pero se ha producido una carga cuando unas 300 personas impidieron la salida de los agentes. Hay varios heridos, algunos de ellos por pelotas de goma.

En otros centros se vota sin presencia policial alguna. A las puertas del colegio de Gracia se ha formado una cola de varios centros de metros, es posible que no todos logren entrar, porque el Ministerio del Interior está tratando de bloquear el sistema. Aunque la Guardia Civil entró el sábado en el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat para impedir el sistema, la operación falló, al principio de la mañana, las aplicaciones funcionaban, aunque posteriormente Interior logró actuar.

La nueva aplicación de la Generalitat

Un grupo de padres del colegio se quedó en sus instalaciones el viernes por la tarde, allí han dormido con sus hijos pequeños hasta que el sábado por la noche fueron sustituidos por apoderados de los partidos y grupos independentistas. Hay apoderados de ERC, de la CUP, del PDeCAT, de la Asamblea Nacional Catalana y de Omnium, también hay algunas personas con acreditación de observadores internacionales. Todos los que ha visto este medio son italianos.

A las 9 de la mañana, el colegio abrió las puertas tras el intercambio de llaves de la instalación. Los primeros en entrar en la sala para votar, una hora más tarde, eran vecinos muy mayores, algunos de ellos habían acudido en silla de ruedas, otros con bastones y algunos tuvieron que ser atendidos por los organizadores.