Las claves

Pilar Cernuda

La lucha por Madrid

Madrid es la joya de la corona, tan es así que Podemos le ha permitido todo, por no decir aguantado todo, a la alcaldesa, a la que el PSOE ha buscado un candidato manchado

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, atiende a los medios antes de asistir a la entrega del premio 'Puente de Toledo' a la actriz Marisa Paredes.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, atiende a los medios antes de asistir a la entrega del premio 'Puente de Toledo' a la actriz Marisa Paredes. / Fernando Alvarado (EFE) / Archivo (Madrid)

Madrid es la joya de la Corona en las elecciones municipales, es la capital de España y su alcalde o alcaldesa tiene tanta proyección y presencia pública, o incluso más, que el jefe de Gobierno, y desde luego mucha más que cualquier ministro.

Tan es así que Podemos le ha permitido todo, por no decir aguantado todo, a la actual alcaldesa, Manuela Carmena, a pesar de que se ha pasado cuatro años metiendo el dedo en el ojo de Podemos, el partido que la presentó como candidata.

No ha perdido ocasión de declarar que no era militante de Podemos ni tenía la menor intención de serlo, rechazó las invitaciones para participar en actos relevantes de ese partido, cambió el nombre de la lista que encabezaría y, lo más grave, advirtió de que ella tenía la última palabra en esa lista, no Pablo Iglesias, y que la media docena de concejales de Podemos con los que había creado un estrecho vínculo en estos años, no se someterían a las reglas de Podemos que obligan a someterse a primarias, sino que se integrarían automáticamente en sus listas y con el nombre que ella había adoptado, Más Madrid.

En la sede de la calle Princesa patearon de indignación, anunciaron que esos concejales serían dados de baja … pero Carmena no se inmutó. Es más: descolgó el teléfono y llamó a Íñigo Errejón, candidato de Podemos al Gobierno regional, para hablar de cómo coordinar esfuerzos y sumar el mayor número de votos posibles. De esa cena salieron dos noticias importantes: la alcaldesa se rompió un tobillo al tropezar cuando llevaba una bandeja de empanadillas en la mano … y Errejón anunció al día siguiente que su lista no se presentaría con el nombre de Podemos, sino de Más Madrid.

Al estupor inicial siguió una reacción visceral de la dirección de Podemos contra Íñigo Errejón, reacción brutal cuando las discrepancias surgen entre amigos íntimos que de pronto mantiene posiciones diferentes. Podemos anunció que Errejón ya no pertenecía al partido, pero Errejón no se dio de baja; Podemos anunció que presentaría una lista alternativa a la de Errejón pero Errejón ni se inmutó.

Se reunió el consejo general, que decidió que Podemos presentaría su candidatura y después, solo después, iniciaría negociaciones con Errejón para intentar una lista única. Absurdo. Surrealista. ¿Cómo pretenden pactar con alguien que según ellos ya no pertenece a Podemos? ¿Con qué nombre? Mientras, Equo se ha puesto en contacto con Errejón para incluir un nombre en su lista, y Alberto Garzón se queda descolocado porque Errejón nunca quiso ver a Izquierda Unida ni en pintura.

...Y Sánchez parió a Pepu

El PSOE también ha tenido sus problemas, aunque sin la convulsión sufrida por Podemos. No se puso nunca en cuestión que el candidato al Gobierno regional sería el ex ministro Ángel Gabilondo, hombre querido y prestigiado, pero Sánchez quería un candidato impactante para la Alcaldía, preferiblemente mujer, para contrarrestar la fuerza de Carmena.

Tanteó varios nombres y no consiguió síes, algunas ministras se movieron para ser las elegidas, pero los datos que manejaba Sánchez indicaban que no eran suficientemente conocidas y no tendrían buen resultado, Renunció entonces a una figura femenina y pensó en Vicente del Bosque, que le dijo diplomáticamente que no quería dedicarse a la política, y entonces Sánchez, haciendo de tripas corazón porque se llevan muy mal, se lo ofreció a Rubalcaba. No. El presidente pensó en una figura querida, popular y al que conocía desde hacía años: el ex seleccionador nacional que consiguió el Mundial de Baloncesto, Pepu Hernández.

En el partido se recibió con entusiasmo y escepticismo por igual: el secretario regional se sintió desautorizado por no haber sido consultado, los miembros más destacados del PSOE madrileño recordaron que Pepu tendría que someterse a primarias y de momento han aparecido dos rivales, entre ellos, el histórico Manuel de la Rocha y, el jueves, un bombazo llegaba desde el digital El Confidencial: Pepu había creado una sociedad hace años para tributar menos a Hacienda, lo que no es ilegal aunque Sánchez ha abominado siempre de esas sociedades y de hecho obligó a dimitir a Maxim Huerta y, además, el ex seleccionador había adquirido varios bienes inmuebles a través de esa sociedad … aunque no figuraban entre las actividades para las que había sido inscrita. Idéntico caso que el ex ministro de Cultura. Pero Sánchez dio instrucciones de que con Pepu no se iba a aplicar la doctrina que él había exigido para los pillados en falta y seguiría como candidato.

Los emergentes

Ciudadanos no ha oficializado aun sus candidaturas, aunque nadie duda de que al ayuntamiento irá Begoña Villacís, pues ha destacado como portavoz en esta legislatura, mientas que para el Gobierno regional no es tan seguro que presenten al portavoz en la Asamblea Ignacio Aguado. Villacís tiene incluso opciones para ser alcaldesa si se confirman lo que dicen los sondeos: que Carmena gana sobradamente pero que Podemos y PSOE recibirán un castigo y eso provoca que no suman suficiente como para que se mantenga Carmena.

La mayoría la tendría la suma de PP, Ciudadanos y Vox, con Ciudadanos como primera fuerza. El problema, el problemón, es que ni Ciudadanos acepta siquiera sentarse a negociar con Vox ni viceversa, se detestan, así que el PP ha visto en esa animadversión la oportunidad de sacar provecho y ha decidido presentar para la alcaldía a su portavoz Martínez Almeida, un hombre eficaz aunque sin el necesario nivel de conocimiento popular que necesita un candidato si quiere ganar y, para el gobierno regional ha elegido Casado a Isabel Sánchez Ayuso, portavoz adjunta en la Asamblea y viceconsejera de Presidencia.

Ha fichado a Miguel Ángel Rodríguez como estratega de comunicación y prepara el programa buscando información dentro y fuera de España sobre cómo se pueden resolver los problemas que considera prioritarios, empleo, sanidad y educación. El partido la apoya incondicionalmente cree sinceramente que es una de las grandes figuras del futuro, le ha preparado encuentros con dirigentes internacionales y está recurriendo a miembros de los gobiernos de Gallardón, Esperanza Aguirre y Cifuentes -sí, también Cifuentes- para analizar sus aciertos y errores. Cree que puede convertirse en presidenta madrileña porque ella sí puede negociar con Ciudadanos y con Vox como ha hecho Juanma Moreno en Sevilla.

Vox tiene un plan  

Pero en Vox también están tomando decisiones para ganar peso, entusiasmados por los sondeos. Barajan la posibilidad de que Santiago Abascal se presente como cabeza de lista por el Ayuntamiento o el Gobierno madrileño, porque tendría más escaños que cualquier otro candidato y eso significaría que Vox se fortalecería para negociar alcaldías y gobiernos después del 26 de mayo. Si logran un número importante de concejales y parlamentarios madrileños que dieran oportunidad al PP para hacerse con la alcaldía o el gobierno madrileño con el apoyo de Ciudadanos y de Vox, podría este partido, en contraprestación, pedir el respaldo del PP para hacerse con alcaldías o gobierno de otras regiones.

Madrid por tanto, aparte de ser la joya de la Corona, es también el banco de pruebas del centro derecha. Porque, algo que debería hacer reflexionar a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, la izquierda, con ellos, ha perdido espacio de forma alarmante. Por sus escasos aciertos como dirigentes políticos y porque han roto sus respectivos partidos.

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