El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue dándole vueltas a la composición de su futuro Gobierno. Muy dado a apadrinar proyectos innovadores -suya fue la idea de crear la Unidad de Emergencias Militar (UME) para reforzar la lucha contra las catástrofes naturales- e igualmente proclive a las sorpresas, el jefe del Ejecutivo baraja incorporar a una mujer al frente del Ministerio de Defensa.

Se trata de una idea que está cobrando fuerza en las últimas horas en círculos militares, según confirmaron ayer a este periódico fuentes del departamento de Defensa. De confirmarse este nombramiento, sería la primera vez que una mujer estaría al mando de un departamento de fuerte impacto mediático y que, tradicionalmente, ha estado dominado por una fuerte presencia masculina tanto en el ámbito militar como en el político. No en vano, no fue hasta hace poco menos de un año cuando dos mujeres se incorporaron por vez primera en democracia a la cúpula de dicho departamento.

La secretaria de Estado de Defensa, Soledad López Fernández, y la subsecretaria de Estado, María Victoria San José, ostentan el hito de ser las dos primeras féminas que han pisado las moquetas de los despachos del Ministerio La Castellana.

Fue el actual ministro de Defensa, José Antonio Alonso, quien las incorporó a la cúpula de su gabinete. Una decisión que no hizo sino consagrar el papel creciente de la mujer en el Ejército y de su responsabilidad. Prueba de ello es que López Fernández (Granada, 1959) asume actualmente la delicada responsabilidad de ordenar el derribo de los aviones que violen el espacio aéreo español en ausencia del presidente y del ministro del ramo.

López Fernández posee además un currículum que ha forjado en otros ministerios, también de primera línea. Como su paso por el departamento del Interior en el primer equipo de Gobierno de Zapatero, donde ocupó una subsecretaría también a las órdenes de José Antonio Alonso, su actual jefe en Defensa.

En su primer mandato, Zapatero ha potenciado la presencia de las mujeres en su equipo de Gobierno en sintonía con su defensa de la paridad hasta el punto de aprobar una ley que ha salvaguardado la presencia femenina en las listas electorales, si bien esta presumible igualdad no se ha traducido posteriomente en términos reales en los puestos de responsabilidad de los partidos políticos.

El nombramiento de una mujer al frente de Defensa coincidiría también con otro hito singular. Este año se cumple el veinte aniversario de la incorporación de la primera mujer a las Fuerzas Armadas (FAS), Patricia Ortega, tras regularse en 1988 el acceso femenino al Ejército. Desde entonces, la presencia de la mujer en las FAS no ha hecho sino crecer hasta alcanzar los 15.211 efectivos, lo que supone algo más del 12% del contingente.

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