El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, advirtió ayer que la sociedad sevillana "nunca podrá entender" que las autoridades penitenciarias faciliten a la pareja de etarras formada por Mikel Azurmendi y Maite Pedrosa la crianza de su hijo recién nacido en la cárcel de Albolote (Granada), porque los condenados por el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y su esposa Ascensión García "en ningún momento se han arrepentido" del crimen, de "haber dejado huérfanos a tres niños", de la lucha armada y de "sembrar el terror en Sevilla y España".
Zoido advirtió que los sevillanos y sevillanas "ni entienden ni podrán comprender que quienes causaron tanto dolor y dejaron a tres niños huérfanos encuentren ahora estos privilegios" por parte de las autoridades penitenciarias, que han autorizado su traslado a la cárcel de Albolote al contar esta prisión con un módulo en el que la terrorista podrá cuidar de su hija hasta que cumpla tres años.
"Ellos llevaron el terror a Sevilla y a España y en ningún momento se han arrepentido", dijo el dirigente popular advirtiendo que la medida "podrá estar conforme a la Ley, pero nunca lo podrá compartir el pueblo sevillano". "No podemos compartir esta decisión", sentenció Zoido.
En ese sentido, criticó especialmente que pese a no haber renunciado a la violencia o haberse desmarcado de la dirección de ETA, estos dos condenados por el asesinado de Jiménez Becerril y su esposa en 1998 "encuentran ahora el premio de poder criar juntos a un hijo", recordando así tres huérfanos que dejó el atentado perpetrado contra el concejal del PP y su esposa.
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