España

Nuevo salto masivo y violento en la valla de Melilla

  • Un total de 53 inmigrantes de los 260 que lo intentaron entran en la ciudad autónoma

  • Heridos dos agentes de la Guardia Civil en el encontronazo

Algunos de los subsaharianos que han logrado acceder este lunes  a Melilla tras el salto masivo a la valla.

Algunos de los subsaharianos que han logrado acceder este lunes a Melilla tras el salto masivo a la valla. / F. G. Guerrero (EFE)

Unos 260 inmigrantes de origen subsahariano protagonizaron la madrugada del lunes  uno de los saltos más numerosos de los últimos meses de la valla que separa Melilla de Marruecos. Sólo 53 consiguieron su propósito, dos fueron detenidos. Dos agentes de la Guardia Civil sufrieron lesiones, uno en la mano y otro en el antebrazo.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla informaron de que este salto a la valla se llevó a cabo sobre las cinco de la madrugada en la zona de Villa Pilar, cercano al centro de menores de la Purísima, una de las tres donde efectivos del Ejército fueron destinados la semana pasada para que colaboraran con la Guardia Civil en la vigilancia del perímetro por el estado de alarma.

Según la Delegación del Gobierno, fue “una entrada masiva y violenta” en la que los inmigrantes superaron el dispositivo físico y humano marroquí e intentaron acceder al vallado español. A pesar del dispositivo compuesto por agentes de la Guardia Civil, Fuerzas Armadas y Policía Nacional, un total de 53 inmigrantes accedieron.

El organismo gubernamental precisó que dos de los inmigrantes que entraron a Melilla de forma irregular fueron arrestados. Fuentes policiales indicaron que algunos de los subsaharianos se quedaron encaramados en la zona alta del perímetro fronterizo ante la imposibilidad de avanzar y su negativa a regresar a la parte marroquí, aunque todos descendieron finalmente y la valla volvió a la normalidad.

Carrera al CETI

Los inmigrantes irregulares que accedieron a la ciudad autonóma se dirigieron a la carrera al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde les denegaron el paso. La mayoría de ellos esperaron tranquilos en la puerta del CETI mientras amanecía, ante la imposibilidad de acceder al centro por la presencia de varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

También se desplazaron voluntarios de Cruz Roja, donde varias ONG denunciaron públicamente en los últimos días que la ocupación actual supera las 1.700 personas, más del doble de su capacidad máxima y una de las cifras más elevadas de los últimos años.

La Delegación del Gobierno en Melilla admitió la semana pasada que existe una “saturación” en el CETI, donde se están llevando a cabo unos protocolos y un “seguimiento exhaustivo” de las personas residentes que ocupan el centro ante la pandemia del coronavirus.

Finalmente, el medio centenar de subsaharianos no fueron acogidos en el CETI, sino trasladados a “una zona acondicionada y acotada” de la ciudad donde hay un campamento con unas 300 personas sin hogar, informó la Delegación del Gobierno.

Este salto a la valla se produce en un momento en el que las entradas a Melilla están muy restringidas, ya que los pasos fronterizos terrestres con Marruecos están cerrados desde el 13 de marzo, y el puerto y el aeropuerto llevan desde el 17 de marzo cerrados a los vuelos y buques de pasaje por una orden del Ministerio de Transportes por el coronavirus.

Es el primer salto masivo que sufre el perímetro fronterizo de Melilla desde que el Ministerio del Interior empezó a retirar la sirga tridimensional, el entramado de cables de acero situado en la zona intermedia del perímetro, instalado por el Gobierno de Zapatero en 2006 como respuesta a la primera crisis de las vallas que hubo un año antes. También es el primer salto numeroso de inmigrantes que se produce en Melilla desde que el pasado 13 de febrero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avalara las devoluciones en caliente.

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