El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rechazó ayer las acusaciones de los partidos de la oposición que piden su comparecencia en el Congreso por las presiones que, a su juicio, ha recibido el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que presentó ayer su dimisión.

Rajoy expresó su respeto a la decisión del fiscal de abandonar el cargo "por razones exclusivamente personales" y dijo que no va a perder "ni un minuto" en responder a las interpretaciones de la dimisión que hacen partidos como el PSOE.

"Pase lo que pase y suceda lo que suceda, la posición del PSOE es siempre la misma: la culpa es del Gobierno", ironizó el presidente del Gobierno, que aprovechó para agradecer el trabajo y el "acierto" de Torres-Dulce en su gestión.

También negó presiones el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que desvinculó "absolutamente" la renuncia del fiscal de la querella contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, al tiempo que defendió la actuación "autónoma" y "sin injerencias" de la institución.

Por contra, todos los partidos de la oposición se mostraron convencidos de que la renuncia de Torres-Dulce se debe a desavenencias con el Gobierno, en particular por diferencias de criterio a la hora de abordar la consulta soberanista en Cataluña.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, culpó directamente a Rajoy de "presionar" al fiscal y de "forzar la dimisión", por lo que su partido ha pedido oficialmente su comparecencia ante el Pleno del Congreso. "El fiscal ha dimitido porque el Gobierno lo ha presionado, defendiendo su independencia. Es absolutamente inaceptable la actitud de Rajoy con las instituciones", denunció.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, está convencido de que la dimisión es fruto de las "desavenencias" con el Gobierno sobre la consulta alternativa del 9 -N.

La líder de UPyD, Rosa Díez, también pidió la comparecencia de Rajoy ante el Congreso después de que Torres-Dulce denunciara, según la portavoz, "injerencias y falta de medios" en la Justicia.

El diputado de la Izquierda Plural Gaspar Llamazares achaca la dimisión a las presiones del PP en aras de la "impunidad" de sus cargos afectados por corrupción.