Lo llaman el Davos español, pero tiene poco que ver con la cita anual que se celebra en la ciudad suiza. El Foro La Toja cuenta con menos figuras internacionales aunque crece con fuerza y ha celebrado su cuarta edición con titulares, pero a diferencia del de Suiza no se circunscribe al ámbito económico, sino que, además, analiza a fondo la política nacional e internacional, con especial interés hacia Latinoamérica. De hecho, se llama Foro La Toja Vínculo Atlántico, y han pasado por la isla un buen número de presidentes y ex presidentes latinoamericanos.

Presidentes, ex presidentes y primeros ministros latinoamericanos, Mauricio Macri en esta edición, el presidente y el primer ministro de Portugal Robelo y Antonio Costa, el irsraelí Shlomo Bdn Ami, que tuvo importante papel en las negociaciones de paz con Arafat cuando era ministro de Exteriores, el ex director de la CIA Leon Panetta, comisarios europeos, miembros del actual gobierno y los anteriores gobiernos españoles, así como la plana mayor de sus ministros, y los miembros más destacados de organizaciones empresariales y dirigentes del Íbex y la banca, entre los que se encuentran algunos de los patrocinadores de estos encuentros de debate, han pasado por la isla gallega.

Su historia gira en torno a la amistad de un grupo de figuras de la empresa, la política y la cultura, que se reunían periódicamente para repasar la actualidad y disfrutar de su propia compañía. Entre ellos, el ex ministro Josep Piqué, el empresario hotelero Amancio López Seijas –conocido por el otro Amancio gallego, presidente del grupo Hotusa y principal promotor del Foro, el economista Antón Costas y el ex alcalde de Barcelona Jordi Hereu.

Cuando López Seijas compró el Gran Hotel La Toja, joya hotelera de Galicia, un símbolo del turismo de lujo en una isla excepcional por su belleza, sus aguas y barros medicinales y sus productos cosméticos, Piqué sugirió la idea de crear un foro, al estilo del extinguido Foro Formentor que se había creado en Mallorca años antes.

La idea sedujo a todo el grupo, Seijas puso el hotel a disposición del proyecto y comenzaron a pergeñar el proyecto.

Adhesiones a la aventura

Todos ellos tenían buenos contactos nacionales e internacionales, y ayudó mucho que desde el principio tuvieron el apoyo de la Xunta de Feijóo y, lo más importante, de la Casa Real. Felipe VIinauguró el primer foro, en 2019, que clausuraría el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez. Se creó un equipo directivo al que pertenecían los amigos fundadores, presidido por el ex ministro Josep Piqué.

López Seijas, gallego de Chantada, era muy amigo de la también gallega Carmen Martínez Castro, que acababa de abandonar la Secretaría de Estado de Comunicación al haber pedido Rajoy la moción de censura, y se pusieron todos a trabajar en un local alquilado en la calle Goya de Madrid.

Martínez Castro embarcó a Mariano Rajoy en la aventura, sugiriendo un mano a mano entre él mismo y Felipe González, dos ex presidentes carismáticos. Aceptaron los dos de inmediato y el éxito fue tan rotundo –muy sueltos los dos, demostrando sus conocimientos políticos pero también sentido del humor– que se ha repetido el encuentro todos los años. El mano a mano Felipe-Rajoy, con un periodista como moderador –diferente cada año–, se ha convertido en una de las señas de identidad del Foro. Como lo es que lo inaugure el Rey, que además participa activamente en la copa-reunión que sigue al acto con el que se da el pistoletazo de salida al debate. También Pedro Sánchez ha sido el invitado de honor en todas las clausuras, aunque este año ha tenido en vilo a los organizadores hasta el último momento, pues la decisión final estaba en manos de su médico debido a que ha estado toda la semana con Covid.

Otra de las mesas habituales del Foro es la territorial, en la que participan cuatro presidentes de gobiernos regionales, habitualmente dos del PSOE y dos del PP, y en esta edición ha tenido un papel especial Feijóo, uno de los principales impulsores del debate mientras fue presidente de la Xunta. Ahora que no lo es, se le pidió que diera una conferencia sobre la actualidad política. Y lo hizo, partiendo de una percepción muy crítica sobre el papel de los populismos en el mundo actual, dedicados a fomentar el malestar permanente, fabricante de antagonismos y azuzando a reacciones primarias.

Por otra parte, explicó, punto por punto, cómo el Gobierno de Sánchez lo había marginado de cualquier tipo de información sobre políticas de Estado que es necesario que conozca un jefe de la oposición.

El que la hace la paga

En esta edición se ha dado protagonismo a la guerra de Ucrania y sus consecuencias. Hubo un debate con el ministro de Exteriores ucraniano –via satélite– moderado por Piqué, que invitó a Borrell, sentado en primera fila, a que interviniera. El ucraniano agradeció a España su ayuda y pidió que las instituciones comunitarias acelerara lo más posible el ingreso de su país en la UE, fundamental no sólo para la seguridad y defensa de Ucrania sino también para el proceso de recuperación. Borrell, muy duro con Rusia, recordó que hay que pagar las consecuencias de las iniciativas equivocadas e incluyó entre ella la contribución a la reconstrucción de una Ucrania destrozada. En los intervinientes de detectó un poso de escepticismo sobre el final de la guerra, más allá de la amargura.

Fue, sin embargo, el Rey el que pronunció las palabras más emotivas sobre la guerra, ya que entregó al embajador ucraniano el premio del Foro al pueblo ucraniano. Destacó la "heroica resistencia" y "el sufrido aguante de la población" y dijo abiertamente que Rusia había acometido "una agresión ilegal e injustificada".

El Foro de La Toja se ha celebrado incluso en los dos años en los que cambió el mundo por la pandemia. Como dicen López Seijas y Piqué, esta cita ha nacido para permanecer. De momento, es en un referente de encuentro para el debate nacional e internacional.