José Tejada | Mago, mentalista e hipnotista

"La magia existe, sólo hay que saber verla"

"La magia existe, sólo hay que saber verla"

"La magia existe, sólo hay que saber verla" / javier albiñana

José Tejada empezó a los 8 años, cuando le regalaron una caja de Magia Borrás. Una vez abierta ya no existió nada más para él. Desde entonces, se bebía libros enteros que aún conserva para aprender de forma autodidacta. Antes de dar el salto trabajó en el departamento de marketing de un complejo turístico en Málaga y en hoteles fuera de España. Pero tenía el objetivo de vivir de lo que le apasionaba y fue creciendo su papel como mago. "Cuando llega el momento de lanzarse y el miedo es lo primero que tienes que eliminar", dice. El campo del coaching y el desarrollo personal será lo próximo.

-¿Cómo se aprende a ser mago sin una escuela Hogwarts?

-Había escuelas pero estaban en Madrid. Para un niño de diez años de Málaga, de una familia humilde, estudiar magia era simplemente impensable. Siempre he ido muy por libre. Esto es dedicación y pasión, no tiene otra cosa.

-¿Existe la magia?

-La magia está al lado nuestro, existe, simplemente hay que saber verla.

-¿Ser mago significa saber siempre el truco?

-Al principio quieres conocer muchos trucos. Era la época de Juan Tamariz y Pepe Carrol en televisión y yo era un adicto a eso. Pero lo que más me fascinó fue ver la cara de la gente cuando hacía algo. Con 14 ó 15 años te empiezas a dar cuenta de la psicología que envuelve un juego de cartas, como consigues controlar y manejar la atención del espectador. Puedes hacer que vean lo que tú quieras y conseguir manipular, en el buen sentido, al público. Siempre con la finalidad de ilusionarlos y de hacerlos sonreír.

-¿Cuál es la respuesta más habitual del público?

-Cuando lo ven en televisión creen que todo está pactado, pero a menos de un metro no entienden nada. También noto que vuelve a salir ese niño que todos llevamos dentro pero que hemos ido escondiendo detrás de múltiples capas. Cuando ves algo fascinante vuelves a tener la ilusión de la infancia. El factor sorpresa es muy importante.

-¿Cómo surge su interés por la magia mental?

-Empiezo a interesarme por el funcionamiento neurológico y neurocientífico, cómo es la percepción, cómo funcionan los cinco sentidos, el cerebro, cómo influyen los colores; y leo más libros de psicología, de comunicación no verbal, de programación neurolingüística, de sugestión, de hipnosis... Y ahí empiezo a generarme cuestiones internas, como quién aplica sobre mí estas técnicas con otra intención. Indago y mis espectáculos dan un giro total.

-Desde fuera el mentalismo puede sonar a falso, a poco creíble...

-El tema de la hipnosis crea mucho escepticismo hasta que se vive en directo, cuando sube al escenario tu amigo o tu primo. Todo el mundo es sugestionable pero tienen que estar abiertos al proceso. Yo muestro en directo un proceso completo, que puede durar unos 45 minutos de inducción. Que puedan funcionar en un espectáculo, el 12% o el 14% de la gente que voy probando. Yo busco a la persona que entra en trance hipnótico profundo y con rapidez.

-¿Eso cómo se consigue?

-Utilizo en el escenario sonidos binaurales, que vibran en una cierta frecuencia y estimulan ciertas áreas cerebrales. Cambio el tono de voz y uso un lenguaje con muchos anclajes, sin salida. Relajo completamente la parte física y a partir de ahí se anula la parte consciente y la gente empieza a desinhibirse, a aceptar y absorber todas las sugestiones que le voy dando. Hago que el subconsciente tome el control absoluto.

-¿Y qué opina la gente, no da un poco de miedo?

-La gente asocia la hipnosis a algo negro, a un poder sobrenatural, pero no es así, tan sólo soy un guía para que entren en un estado mental natural, que existe y lo tenemos todos. Me hace gracia que a la gente le de miedo esto y luego no se plantee nada cuando la publicidad lo ha inducido a comprar un producto, porque es un proceso hipnótico, un ataque a tu subconsciente.

-¿Su máxima ha sido siempre nada es imposible?

-Desde muy joven todo lo que he querido hacer lo he hecho, pero soy consciente de que es todo a base de golpes, hace falta mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Hay que decir que no a muchas cosas que pertenecen a tu vida social. Tengo una actitud muy positiva, mi filosofía es que nada es imposible, si alguien ya lo ha hecho es porque se puede. Eso sí, la actitud es muy importante y la facilidad camaleónica de modificar tus hábitos. Siempre le digo a la gente que se pregunte si lo que hace hoy le va a llevar a donde quiere estar mañana.

-¿Cómo llega a la meta?

-Una meta muy alta lo único que trae es ansiedad, estrés y decepción. Yo lo visualizo como una escalera, voy escalón a escalón. Y hay que tener, sobre todo, paciencia.

-¿Cuándo decidió dar el salto al espectáculo?

-Empezaron a salir cada vez más proyectos fuera de España y me vi obligado a tirarme a la piscina. Siempre pensé que podría reengancharme a cualquier trabajo porque he hecho de todo si ningún problema.

-¿En qué países ha trabajado?

-En Inglaterra, Irlanda, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Portugal, ésos son los grandes mercados que por ahora hago. En España me gustaría hacer más.

-¿Televisión o teatros?

-El teatro, donde tienes la cercanía con el público. Eso sí, la televisión es una forma buenísima a la hora de crearte la publicidad necesaria para llenar un teatro.

-¿Cuál es el siguiente objetivo?

-Tener presencia más o menos estable en algún teatro de Madrid.

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