La crisis que padecen los socialistas en Pozoblanco revivió ayer después de dos semanas de paz social. El alcalde de la localidad, Benito García de Torres, compareció acompañado de un grupo de militantes socialistas afines para presentar las 4.200 firmas de apoyo que han recogido hasta la fecha y reclamar la celebración de una asamblea de la agrupación local en la que puedan plantear la dimisión de la Ejecutiva actual. García, que quiso desmarcar la rueda de prensa de su cargo -algo difícil de asumir-, mantiene que aún no entiende los motivos por los que el partido quiere apartarle de su cargo y reclamó la salida de los ediles que renunciaron a sus cargos en el Consistorio. Mientras, la Ejecutiva provincial se mantiene en sus trece y afirma que lo que debe hacer el regidor es irse para evitar mayores problemas. Un culebrón que no conoce fin y da una imagen pésima de la política.