Francisco Pinto | Alto Comisionado para España Nación Emprendedora

"El 'Iphone' es fruto de la misión estratégica de un país"

  • Este empresario de éxito habla sobre el proyecto con el que, en un plazo de diez años, se quiere transformar el modelo económico del país

Francisco Polo.

Francisco Polo. / Juan Carlos Vázquez

Francisco Polo (Valencia, 1981) es licenciado en Derecho por la Universidad Ramon Llull. Obtuvo un posgrado en Estudios Internacionales y Diplomacia por la Universidad de Barcelona. Este valenciano creó Actuable, la startup española de más rápido crecimiento en número de usuarios.

Su éxito llevó a la fusión con Change.org, la mayor plataforma de peticiones del mundo, donde ejerció de director para España hasta 2017. En 2016 recogió el premio Emprendedor del Año. Es secretario de Emprendimiento, Ciencia e Innovación del PSOE.

La entrevista se desarrolla en la sede del Club Antares, en Torre Sevilla, donde acaba de impartir una conferencia. No le gusta posar en las fotos. Su vestimenta supone un acertado símbolo de su pensamiento empresarial y económico: traje, corbata de cuadros y zapatillas deportivas blancas. 

-¿Por qué una estrategia para el emprendimiento?

–Es una estrategia que articula una primera misión como país, en la que el emprendimiento innovador se pone al servicio de España, trabajando con los sectores tractores de nuestra economía y cerrando las brechas sociales. Con lo cual, por primera vez, se articula un nuevo modelo económico sin dejar a nadie atrás.

–¿Cuáles son esas brechas sociales?

–El emprendimiento innovador, en este sentido, no es muy distinto a otras áreas de la economía. Se producen brechas como la de género, de hecho sabemos que en términos de inversión los fondos de capital riesgo prefieren a los hombres, pese a que los datos demuestran que los emprendimientos liderados por equipos paritarios o por mujeres obtienen más beneficios. También está la brecha territorial (aunque España tiene muchas ciudades de fortaleza para emprender, como Málaga y Sevilla), la brecha socioeconómica y la generacional. Las brechas deben cerrarse por una cuestión de principios y de estrategia.

–¿Una asignatura pendiente de la educación es enseñar a emprender?

–La educación es una de las palancas para cambiar la productividad del país. En la estrategia la tratamos en todas sus vertientes: desde el colegio a la universidad o la FP y también en el acompañamiento formativo a lo largo de la vida, lo que se denomina reaprender. En todas las etapas hay espacio para la mejora. No sólo en Primaria y Secundaria. Por ejemplo, la FP se ha convertido en una de las banderas de este Gobierno, que ha decidido transformarla con itinerarios más ligados las necesidades laborales para revalorizarla socialmente y ponerla al nivel de otros países, como Alemania.

La FP se ha convertido en una de las banderas de este Gobierno, que ha apostado por revalorizarla socialmente

–¿Cuánto tiempo hará falta para cambiar la preferencia de los jóvenes por ser funcionarios o trabajadores por cuenta ajena?

–Lo que hacía falta era que este país tomara la decisión de cambiar sus bases productivas. Esa decisión la tomó este Gobierno en 2020 al crear el alto comisionado que presido, con el que se quiere generar una visión, a diez años, de España como nación emprendedora con un modelo económico propio, del que sentirnos orgullosos y que tenga el mayor impacto social de la historia. Cuando esto ocurra, será mucho más fácil que los jóvenes contemplen ser emprendedores de éxito.

–¿Emprender es posible sin ayudas públicas?

–Aquí existe una narrativa que se ha extendido con el tiempo que es la del hombre hecho a sí mismo, personificada en Steve Jobs, el fundador de Apple. Todos tenemos esa imagen de Jobs mostrando el primer Iphone. Pero de esa fotografía sólo se cuenta la mitad de la historia. La otra mitad es que dentro del Iphone existen hasta 12 tecnologías que son fruto de la inversión de agencias estatales que dieron lugar a revoluciones digitales, que luego un genio como Jobs unió en el Iphone. El logro es fruto de las misiones estratégicas de un país para dar saltos hacia adelante que ni el mayor fondo de capital riesgo es capaz, sólo la fuerza y el brazo del Estado.

–¿Persiste ese tópico de la Andalucía poco emprendedora?

–Mi visión es muy distinta. Los datos demuestran que esta región aglutina el 25% del emprendimiento español y se encuentra dos puntos por encima en la tasa de emprendimiento del resto del país. Por tanto, está por delante de muchas comunidades autónomas. Es cierto que Andalucía tiene una serie de retos que entroncan con la estrategia del alto comisionado: el tejido de emprendedores está altamente disperso y con un tamaño pequeño. Una de las metas es promover la escalabilidad, es decir, que las empresas crezcan, compren otras empresas y en 2030 generen miles de empleos de calidad.

Andalucía se encuentra dos puntos por delante en la tasa de emprendimiento del resto del país

–¿Qué sectores andaluces son los referentes?

–Por ejemplo, la ciberseguridad y los vídeojuegos que se desarrollan en Málaga; también el biotecnológico;y, por supuesto, la agroalimentación, que es uno de los sectores tractores principales para construir esa nación emprendedora.

–¿El proyecto se presta a la confrontación política?

–Este trabajo se viene realizando desde hace tres años, con asociaciones de todas las regiones, por lo que se trata de una estrategia que es fruto del consenso. Por tal razón está planteada en diez años, para que no se limite a un ciclo electoral. No es labor de un Gobierno, sino de todos.

–¿La crisis del Covid es una oportunidad?

–Esta crisis ha puesto muchas cosas en evidencia. Todos los sectores productivos de España han perdido empleo, salvo las grandes empresas y el emprendimiento innovador, que sigue aportando trabajo neto al país. Queda manifiesta la necesidad de convertirnos en una nación emprendedora, con una economía donde el impacto de las crisis sea menor.

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