Clara Leal Paz Guía turística oficial de chino

"A los chinos les gusta el arte traducido a números y cifras"

"A los chinos les gusta el arte traducido a números y cifras"

"A los chinos les gusta el arte traducido a números y cifras" / víctor rodríguez

-¿Qué les gusta más de Sevilla a los chinos?

-Les gusta mucho el arte traducido a números y cifras: cuántas columnas tiene la Catedral, metros de alto, kilos y porcentaje de oro... Para ellos los números son muy importantes. Cuando compras un móvil te preguntan qué número quieres ya que los mejores valen más caros. Yo vivía en Shanghái en un cuarto piso muy barato pese a ser muy lujoso, porque el cuatro les da mala suerte. En algunos edificios quitan esta planta y pasan de la tercera a la quinta directamente.

En Shanghái vivía en un cuarto piso muy barato y lujoso porque el número cuatro les da mala suerte"

-¿Y de nuestra comida?

-Les gusta el jamón. Pero al final se acaban cansando y van a comer a los restaurantes chinos. Eso es una lucha que tengo con ellos y les digo: ¡Que estáis en España! ¡Que tenéis que probar esto y aquello típico!

-¿Reconocen en los restaurantes chinos la comida de su país?

-La reconocen poco, porque los restaurantes chinos de aquí se han adaptado a la comida europea, pero al menos encuentran sabores parecidos, como el agridulce. Nunca he visto un rollito de primavera en China, ni arroz tres delicias. Allí comen todo al vapor y, donde yo vivía, con mucho picante para matar bacterias y limpiar la piel.

-Adoran las fotos.

-Las leyendas e historias y hacerse fotos les encanta. Quieren ver lo máximo en el menor tiempo. Vienen una vez en la vida y en un día van a varias ciudades. Son clientes muy divertidos.

-¿Nuestro físico les llama la atención?

-Dicen que tenemos mucha nariz y la piel más oscura. No distinguen entre un español y un alemán, ni entre andaluz o canario. Nosotros confundimos a chinos, con coreanos o japoneses, y eso les enfada muchísimo.

-¿Qué aprendió en China?

-Estudié allí tres años, uno en Shanghái y dos en Chengdu, cerca del Tíbet, donde no había extranjeros, sino minorías. Sólo cuando aprendí el chino entendí cómo eran y a expresarme en su cultura. Me libré de muchos prejuicios: nadie se ríe de nadie y te enseñan que para hacer cosas sólo hay que quererlo.

-Explíqueme eso mejor

-Aquí debes tener una carrera. Allí, al ser un país que se está desarrollando, puedes ser lo que quieras: cantante, modelo, enseñar, locutora de radio... Un día que estaba en la Universidad me ofrecieron a mí y a unas extranjeras ser modelo y bailar. Nos llevaron cada semana a escenarios por todo el país con trajes que nos alquilaban y delante de chinos que no habían visto a un extranjero. Aprendí que tampoco hay que darle tanta importancia a las cosas.

-¿Le costó adaptarse?

-Fue como si te dejan en un planeta nuevo y no sabes las reglas de funcionamiento. El lenguaje corporal y el pensamiento eran diferentes. Ellos aquí experimentan algo parecido. Sonríen y tratan de agradar para adaptarse a las diferencias.

-¿Habla el mandarín?

-Sí. Hay varios dialectos, pero la lengua oficial que te obligan a estudiar es el mandarín. El lenguaje escrito es común para todos, lo pueden leer todos. Lo que cambia es el lenguaje hablado.

-¿Es importante aprender la cultura y la mentalidad chinas para ser guía?

-Creo que no basta saber chino para ser guía turístico, porque los conceptos culturales son muy diferentes. Cuando hago las visitas turísticas lo importante es conocer su idioma, su cultura y su mentalidad. La base de nuestra cultura occidental viene de la religión, Grecia, Roma, los filósofos y la lógica. Los chinos tienen otras estructuras mentales. No se preguntan tanto el porqué y fomentan el colectivo, el grupo.

-¿Hay carriles para los peatones que van con el móvil en Chongqing?

-Viajé a esa ciudad por cuestiones de trabajo. Nunca los he visto. Me extraña porque ni siquiera hay carriles para bicis y el tráfico está bastante mezclado con las personas. Puede ser que los haya en algún centro comercial.

-¿Y personas que te llevan el coche si estás atrapado en un embotellamiento?

-Eso puede ser, porque lo hacen con las demás cosas.

-¿Se quedan dormidos de pie?

-Es verdad que se duermen casi en cualquier lugar y es una costumbre bien vista. Tengo fotografías de chinos dormidos hasta en el suelo de una carnicería.

-¿Y comen insectos y carne de perro?

-Eso es un poco mito. Hay una parte pequeña de China que come carne de perro, pero no es lo general. Y los bichos igual: en una zona de Pekín para turistas ofrecen bichos, pero los chinos no se lo comen. Es algo turístico y no representativo de China.

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