Sue Prideaux, escritora

"No es real la fama misógina y antisemita de Nietzsche"

Sue Prideaux, escritora.

Sue Prideaux, escritora. / Douglas Fry

Sue Prideaux nació en Inglaterra y fue bautizada en Noruega, país con el que mantiene fuertes vínculos. Su familia era vecina de Edvard Munch, quien retrató a su abuela. Se formó como historiadora del arte en Florencia, París y Londres. Tras elaborar las biografías de Munch y August Strindberg, dos artistas fuertemente influidos por la filosofía de Friedrich Nietzsche, Sue Prideaux sintió "un anzuelo en su cerebro", como ella misma lo define, y se vio impelida a escribir ¡Soy dinamita! (Ariel, 2019), un libro en el que intenta desmontar los mitos que aún rodean a la figura del pensador alemán.

-Nietszche y Wagner, vaya pareja...

-Cierto. Una historia intensa. ¿Verdad?

-¿Qué esperaba usted encontrar en Nietzsche?

-Al principio, no pensaba escribir sobre la vida de Nietzsche. Pero, como sabe, he escrito dos biografías: una sobre Edvard Munch, del que no hay duda de que cuando pintó su célebre cuadro El grito, una de las influencias más importantes fue Nietzsche y su afirmación de que "Dios ha muerto". La otra es sobre el escritor sueco August Strindberg. En su obra más importante, La señorita Julia, la figura del superhombre es clave. No había vuelto a Nietzsche desde el colegio, así que leí sus cartas, que muestran a alguien muy divertido y humano, no esa persona severa en la que todo el mundo piensa.

-Divertido... Un adjetivo que uno no espera en la descripción de Nietzsche.

-Es verdad. A un amigo le escribió sobre su bigote: "El hombre más razonable y gentil, si tiene un gran mostacho, se puede sentar a su sombra y sentirse seguro". La impresión que daba un hombre con un bigote tan grande como el suyo era la de ser una persona marcial e irascible, y era tratado por los demás en consecuencia. Reírse de sí mismo de esa forma suena muy bien.

-¿Cómo era Nietzsche detrás del filósofo?

-Fue un niño brillante que creció en Alemania en una época en la que la religión tenía un papel muy importante. Y justo entonces Darwin publicó El origen de las especies, un libro que le impresionó profundamente. De ahí surgió su frase de "Dios ha muerto", que es más una pregunta que una declaración. Lo que quería decir es que si dios ha muerto, ¿quiénes somos? ¿qué hacemos aquí? Nietzsche vio que no hay ninguna autoridad moral a la que someterse y se dio cuenta de que era un terreno peligroso. Eso sigue siendo un problema hoy en día y creo que por ello se le sigue prestando tanta atención.

-¿Y qué ocurre con su lado oscuro, como su antisemitismo y su misoginia?

"Nietzsche ve la muerte de dios como una oportunidad, ya que nos hace dueños de nuestro destino"

-Su reputación es muy errónea. Nietzsche siempre consideró a su hermana Elisabeth como una igual. Cuando era profesor en la Universidad de Basilea, Nietzsche apoyó la admisión de mujeres, y a lo largo de su vida, algunas de sus amigas más cercanas fueron algunas de las primeras feministas, como Malwida von Meysenbug, o Resa von Schirnhofer, la primera doctorada en una universidad suiza. Wagner era mucho más misógino y antisemita que él. Nietzsche participó en la guerra franco-prusiana, una experiencia que le marcó y le hizo odiar el antisemitismo de Wagner y su hermana Elisabeth. Una de las últimas cosas que dijo fue que él fusilaría a los antisemitas.

-Surge la figura de su hermana, que parece el personaje malvado de una novela.

-Él siempre le tuvo mucho cariño. Pero su vida cambió cuando se casó con un hombre llamado Bernhard Förster, al que se le podría definir como un nazi antes de que hubiera nazis. Con él emigró a Paraguay para fundar una colonia de puros arios, porque pensaban que Alemania estaba corrompida por los judíos. Fue un fracaso estrepitoso. Elisabeth regresó justo cuando Nietzsche se volvió loco y lo cuidó hasta que murió en 1900. Ella vivió hasta 1935 y fundó el Archivo Nietzsche. Pero también publicó un libro fundacional para los nazis firmado por él titulado La voluntad de poder. Fue amiga de Hitler y Mussolini, y se dedicó a alimentar la leyenda de que Nietzsche era un antisemita y un nacionalsocialista.

-Pues ella estuvo a punto de recibir el Premio Nobel.

-¡Es verdad! Fue nominada varias veces a pesar de sus escritos tan terribles.

-¿Por qué Nietzsche sigue siendo hoy tan atractivo?

-Creo que por las preguntas que formuló acerca de la existencia de dios y por la respuesta que les dio. Él ve la muerte de dios como una gran oportunidad, ya que significa que somos dueños de nuestro destino. Así que tenemos que asumir la responsabilidad de vivir nuestra vida y hacer el bien. Encontrar el sentido de la vida en este contexto de libertad es muy excitante.

-¿No es paradójico que el hijo de un pastor plantee la muerte de dios? Parece una reacción contra sus raíces.

-Eso es totalmente cierto. Creo que todo pensamiento totalmente original es una reacción contra algo realmente fuerte. Nietzsche nunca dejó de hablar sobre dios. Su novia principal, Lou Salome, que quiso convertirse en su discípula y pasó unas semanas con él en las montañas, dijo que en lo único en lo que Nietzsche pensaba era en dios.

-Si Nietzsche hubiera sido estrella del rock, ¿quién cree que habría sido?

-Nunca me lo había planteado, pero creo que habría sido David Bowie.

-¿Por qué?

-Porque siempre está cambiando. No tiene una única imagen, como Elvis. La filosofía de Nietzsche siempre está avanzando, aunque a veces se contradiga, como hizo David Bowie.

-¿Cuál será su siguiente biografía? ¿Wagner?

-Ojalá, pero hay tantos buenos libros sobre Wagner, que no creo que deba escribir otro. Nietzsche siempre tiene una frase adecuada. Él dijo que hay que tener un anzuelo en el cerebro. Parece algo repugnante, pero como escritora, cuando tengo algo en lo que no puedo dejar de pensar, siento que el anzuelo tira de mi cerebro para que escriba un libro. Hasta este momento, no hay ningún anzuelo, pero estoy segura de que llegará.

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