Salvador Morales, presidente electo de la Asociación Nacional de Cirugía

"Hablar con gentes de otras culturas es lo más valioso"

Salvador Morales, presidente electo de la Asociación Española de Cirujanos.

Salvador Morales, presidente electo de la Asociación Española de Cirujanos. / José Ángel García

Enérgico, con gran psicología social y diplomacia, Salvador Morales (Sevilla, 1968) ha colocado a Sevilla en la cumbre de la cirugía mínimamente invasiva. Coordina la Unidad de Innovación en Cirugía Mínimamente Invasiva del Virgen del Rocío y es jefe del servicio de Cirugía del Quirónsalud Sagrado Corazón. Riguroso y rebelde por sus padres, Salvador Morales Méndez (cirujano) y Rosa Conde (pintora), dirige la sociedad europea de la hernia y presidirá la Asociación Nacional de Cirugía en 2020. Adora ir en bici con sus tres hijos y a su mujer, Virginia.

-Los equipos de cirugía mínimamente invasiva que dirige en Sevilla en el Hospital Virgen del Rocío y en el Quirónsalud Sagrado Corazón son un referente nacional e internacional. ¿Qué ha hecho para llegar hasta ahí?

-Mis dos maestros han sido mi padre, Salvador Morales Méndez, y el profesor José Cantillana, del Hospital Virgen Macarena. Empecé como residente en la época anterior al desarrollo de esta cirugía, que surgió de forma incipiente en Francia y en EEUU. Como médico residente me había metido de lleno en la cirugía abierta y, de repente, apareció como una revolución la mínimamente invasiva, con resultados espectaculares para el paciente a la hora de su recuperación. Me pareció grandioso, y lo mismo a mi padre, que dijo: "Esto tiene futuro" y siguió ese camino, algo que hicieron muy pocos médicos en aquella época. Yo también lo seguí.

-Al ser una técnica nueva requería aprender su uso.

-Sí, lo hicimos. Con una edad avanzada mi padre volvió a ser residente para aprenderla. Esa fue una muestra de humildad muy grande.

-Empezaron a operar con la técnica más innovadora y despuntaron.

"Para bajar las listas de espera propongo más medios, más inversión y estímulos a los profesionales"

-Cuando comenzó la cirugía de pared abdominal por laparoscopia a nivel mundial, en el Hospital Macarena terminamos operando hernias, acumulamos gran experiencia, publicamos los resultados y tuvo gran impacto mundial. Se empezó a asociar con nosotros el concepto de innovar y contactamos con todos los desarrollos que se hacían a nivel mundial. Nos dimos cuenta de que la innovación era esencial.

-Luego llegó a los hospitales más importantes de Andalucía, uno público y el otro privado.

-Trabajamos en la innovación desde el principio con equipos muy buenos y cohesionados en el Virgen del Rocío (María, Antonio, Isaías y Curro), y en el Sagrado Corazón (Juan, Juanma, Julio, Antonio, Chete, Araceli, Eugenio, Isaías, María).

-¿Dónde se formó en esas técnicas pioneras?

-En Estrasburgo, en un centro de referencia, Italia y Estados Unidos, con muy buenos expertos de cirugía mínimamente invasiva.

-Es secretario general de la Sociedad Europea de la Hernia y desde Sevilla ofrecen formación internacional a los cirujanos.

-Hemos constituido aquí en Sevilla nuestro propio punto de atracción internacional en formación. Cada 15 días organizamos un workshop internacional al que acuden cirujanos de todo el mundo en pequeños grupos de 6 a 10 para formarse. También tenemos un programa on line de formación con una comunidad de 6.000 cirujanos en todo el mundo que se conectan desde diferentes puntos del globo cada 15 días; un día damos charlas y otro operamos, enseñando técnicas que aplicamos. También hacemos un gran curso en el Hospital Virgen del Rocío sobre innovación en cirugía, al que acuden cada año 500 cirujanos.

-Es el primer andaluz elegido para presidir la Asociación Nacional de Cirugía. Se propone potenciar la formación y la investigación.

-En la formación, la clave es reorganizarla en función de las especialidades de cada uno, detectar las lagunas y añadirle la tecnología (cursos on line, formación por app, por streaming...). En la investigación, potenciarla a nivel nacional: dando becas y proporcionando recursos científicos. También es necesario dignificar la profesión del cirujano y una mayor interconexión con la sociedad, que el paciente tenga información directa de los cirujanos de su dolencia u operación y que no se pierda en opiniones sesgadas en la red.

-¿Qué ha aprendido en sus viajes por todo el mundo?

-Hablar con gente de otras culturas es lo más valioso. Te traes ideas que pones en práctica para la profesión y muchos trucos para hacer las cosas mejor. Esa es la innovación técnica.

-El aparato digestivo es su especialidad. Usted reclama prevención para reducir la cifra de operaciones.

-Si se potencia la prevención no es necesario operar tanto y lo que se opera es en estadios precoces. De esa forma obtienes mejores resultados, menos impacto negativo en la funcionalidad del paciente y en sus aspectos psicológocos y, sin duda, un beneficio económico. Para prevenir la obesidad está claro lo que hay que hacer, y para prevenir el cáncer de colon se necesitan cribados de colon que detecten los pólipos en fase inicial. Lo mismo con el cáncer gástrico.

-¿Qué propone para bajar las listas de espera?

-Más medios y más inversión y, por supuesto, estímulos a los profesionales. Hay que aprender a romper la línea roja que se ha puesto durante años entre la medicina pública y la privada. La privada está empezando a tener un impacto en un alto porcentaje de la población. Si ese impacto revirtiera en la sanidad pública, ésta no daría abasto. Vamos a llegar a acuerdos y a trabajar juntos porque en las dos hay calidad y pueden ayudarse.

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