Manuela Carpio | Bailaora

"A los 50 ya no hay asignaturas pendientes"

Manuela Carpio, bailaora. / Manuel Aranda

Manuela Carpio, bailaora. / Manuel Aranda

Manuela Carpio, bailaora jerezana de raza, vino al mundo en el flamenco barrio de San Miguel en 1968. Su nombre, el del DNI, es Manuela Moneo Carpio. En sus apellidos arraigan dos familias sin las que no se entendería el flamenco actual. Empezó pronto en los escenarios impulsada por su primer maestro, Cristóbal El Jerezano. Es Manuel Morao quien la incluye en el espectáculo España-Jerez, girando por todo el mundo. Ha sido la directora artística de la última edición de la Fiesta de la Bulería de Jerez. Señala con orgullo que en esta edición ha conseguido "la unión entre artistas de Sevilla y de Jerez para homenajear a Manuel Moneo".

-Se estrenó en agosto como directora artística de un festival de tanta categoría e historia como es la 51 Fiesta de la Bulería de Jerez. Supongo que habrá sido un verdadero reto...

-Debo reconocer que ha sido una experiencia fantástica. También agradezco que todos los artistas estuvieran conmigo y respetaran mis decisiones.

La muerte de Juanillorro marcará los próximos proyectos. Su adiós nos ha dejado desolados"

-¿Cómo afrontó usted una dirección de esta índole?

-Cuando estás ahí los artistas quedan bajo tus órdenes... ¿Pero cómo le diría? A las órdenes pero con cariño, nada de exigencias, tampoco de imponerles cosas a la fuerza. Ni mucho menos.

-¿En qué consistió exactamente su labor?

-Pues en organizar los cachés de los artistas que intervenían en el último día, en no salirme del presupuesto, así como en tener atendido al elenco perfectamente, tal y como era debido.

-¿Son caprichosos los artistas flamencos? Ya sabe usted que hay artistas de otros estilos musicales que tan sólo para salir al escenario exigen desde determinada marca de agua a comidas extrañísimas...

-Para nada. Muy normales todos. Teníamos un dinero destinado a los artistas. Éste era tanto para que ofrecieran su arte sobre el escenario como para que estuvieran bien atendidos en todo momento. Allí, detrás del escenario, no faltaron sus bebidas, su pescaíto frito como es tradición... No les faltó ni gloria.

-Era una faceta nueva. ¿Qué conclusiones ha sacado de la experiencia?

-Pues ciertamente era una faceta nueva la cual me ha deparado una experiencia fantástica.

-En el ejercicio de su profesión ha recorrido prácticamente todo el mundo. Me comentó que donde no ha estado aún es en Japón. ¿Lo considera una especie de asignatura pendiente en su carrera?

-Mire, a mis 50 años ya no hay asignaturas pendientes. La Fiesta de la Bulería, por ejemplo, era todo un reto y ha quedado más que bien cerrada.

-¿Cuál fue su primer gran viaje como artista?

-Pues a América, a donde viajé con apenas 15 años. Era la primera vez que me montaba en un avión y fue algo alucinante. Debo reconocer que no fui ni mucho menos por lo que ganaba, sino por las enormes ganas que tenía de conocer el mundo.

-¿Qué es lo que le llama más la atención de la reacción del público extranjero cuando tiene ante sí la actuación de un artista flamenco?

-El respeto. Eso me llama la atención. El enorme respeto que muestran al artista y a su arte. Aquí, y es triste reconocerlo, a veces hay mucha chusma, aunque con el paso de los años vamos mejorando.

-¿Se atrevería a destacar el nivel de respeto del público en alguno de los festivales que se celebran en Andalucía?

-Pues, por ejemplo, la Fiesta de la Bulería de Jerez (celebrada los pasados días 23, 24 y 25 de agosto) ha disfrutado este año de un público excepcional, de los mejores. Vamos, como los de la Bienal de Sevilla, que también lo es y que destaca además por ello.

-¿Qué planes tiene para su carrera de cara al futuro próximo?

-Tras terminar con La Bulería de Jerez, de cara al año que viene tengo en mente muchas cosas. Juan Sampedro es mi nuevo manager y soy muy optimista al respecto. Espero que sea un año bueno pero, indudablemente, estará marcado duramente con la pena por la muerte de Juanillorro (Juan Manuel Carpio, conocido cantaor jerezano y primo de la entrevistada fallecido el pasado 28 de agosto a los 38 años). Su muerte nos ha dejado absolutamente desolados.

-Está considerada una de las mejores bailaoras flamencas de Andalucía, lo que supone serlo también a nivel mundial. ¿Qué se siente ante tamaña responsabilidad?

-Pues que por mucho que domines tu arte siempre, absolutamente siempre, terminas aprendiendo. Nunca jamás se acaba de aprender.

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