-¿Cuántos conciertos habrá organizado?

-El libro que han sacado con los carteles de todos ellos dice que 3.400, pero yo no lo sabía, nunca los conté.

-¿Con qué artista es con el que más veces ha trabajado?

-No sé, quizá Dylan, cincuenta y tantas veces... o Sting, que es un gran amigo mío.

-Es que ha hecho grandes amigos entre las leyendas. Keith Richards, por ejemplo.

-Es que cuando los conocí no eran leyendas o no se comportaban como leyendas, eran músicos. Cuando conocí a los Rolling ellos todavía se llevaban sus propias maletas.

-También habrá conocido a algún imbécil.

-He tratado de evitarlos. Cuando yo empecé en esto a principios de los 70 los promotores en Europa éramos pocos y nos conocíamos todos, así que sabías quién daba problemas. Yo he hecho unos cuantos conciertos de Lou Reed y jamás le saludé, le decía a mis socios que trataran con él porque sabía que daba problemas. Lou Reed era un gilipollas.

-Iggy Pop en los 70 también debería dar problemas.

-Iggy es un tío cojonudo y es, además, un tipo muy culto, por eso hizo buenas migas con Bowie. Que te pusieras ciego de coca no quería decir que no tuvieras la cabeza bien amueblada. Es el caso de Iggy.

-La prueba es que ahí está Iggy en la brecha y en muy buena forma.

-Un día me enseñó su secreto. Ni gimnasio ni narices, tenía una fórmula por la cual respirando de tal modo cogía energía de sus huevos. Iggy siempre ha sido un follador impresionante.

-¿Cómo le dio por dedicarse a esto en un país como España?

-Porque me crié en París en un gueto de ricos, una mierda de gueto con sus propios códigos contra los que yo me rebelaba, y un día estaba en el Olimpia viendo a los Rolling y a la semana siguiente veía a los Beatles y luego a los Animals y luego a los Kinks... cuando llegué a España en el 69 no había absolutamente nada. Era un país gris y aburridísimo. Así que lo hice por necesidad. Si me hubiera criado en España estoy seguro de que no me dedicaría a esto.

-¿Cuál fue su primer concierto?

-Mencionan siempre a la Incredible String Band, pero el que fue mi primer concierto de verdad fue un grupo que se llamaba Titanic. Los traje al Pachá de Barcelona unos días después de la muerte de Jim Morrison. Estábamos consternados. Morrison era para nosotros un chamán, un chamán borracho, pero chamán.

-Dedicarse al rock en el tardofranquismo le traería problemas.

-Los tuve y después de que se muriera Franco. El concierto de los Rolling en la Monumental en el 76 acabó con la Policía tirando botes de humo. Tuve la suerte de que el concierto no se llenó. Si eso se hubiera llenado hubiera habido una avalancha, habría habido muertos y no hubiera podido volver a organizar ningún concierto.

-¿Nunca le dio por convertirse usted en una estrella del rock?

-En la vida es importante conocer las limitaciones de cada uno y yo siempre he tenido claro que no valía para artista.

-Hace un par de años se despidió con un pelotazo, los AC/DC.

-Quería traerlos, son de los últimos grandes y tenía una gran relación con Angus Jones. AC/DC son de los que nunca defraudan.

-Aquello fue un éxito y luego vendió su compañía a una multinacional como Live Nation, pero habrá tenido fracasos. ¿Cuántas veces se ha arruinado?

-Arruinarme de quedarme sin un puto duro, de no tener ni para pagar el alquiler, cuatro veces. Porque no es lo mismo perder 600.000 euros cuando tienes una estructura montada y te puedes defender que perder dos millones en tus comienzos, como me pasó con los Rolling, y quedarte a dos velas.

-¿Su retirada es definitiva?

-Me paso meses sin salir de mi finca, así me ahorro ver lazos amarillos por todas partes. ¿Sabe que mi padre fue uno de los fundadores de Omniun Cultural? De hecho, la primera sede que tuvo estaba en mi casa de París. Y en lo que se ha convertido eso. Soy antiindependentista y lo dice uno que vive en Gerona y me da igual lo que me digan. El rock es rebelión, actitud, cagarte en las cosas. Yo me cago en el nacionalismo. Vuelve el nacionalismo y vuelve la heroína. No sé cuál de las dos cosas es peor. Parece que no aprendemos nunca.

-A Can Roca sí que va.

-Claro, me llaman el cuarto hermano. Hace no mucho estuve allí con mi gran amiga Patti Smith, que les cantó a cappella el Because the night. Disfruto mucho allí, pero ya le digo, casi todo el tiempo estoy con mis perros en mi finca, que son con quienes me entiendo.