Desde muy pequeños, los niños de Almonte comienzan a sentir una devoción especial a la Virgen del Rocío. A los pocos años de edad ya la quieren y sueñan con portarla en sus hombros el día de mañana, como hacen ahora sus padres y como hicieron sus abuelos.
Los más pequeños del municipio han recreado el traslado de la Virgen del Rocío de este fin de semana. La Blanca Paloma, confeccionada a mano para la ocasión, porta el guardapolvos que lleva durante su regreso a la aldea desde Almonte.
El nerviosismo y la ilusión ya son parte de los rostros de los niños almonteños que aprenden desde muy pequeños cómo llevar a la Virgen del Rocío para que camine entre sus fieles.
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