La capilla de la casa de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva fue ayer el escenario en el que el periodista Nacho Molina y el grupo Retama exaltaron y cantaron ayer a la hermandad. El vocal de Cultos y Espiritualidad de la filial rociera, José Antonio Gallardo, fue el encargado de iniciar el acto dirigiendo un rezo para encomendar al exaltador y al grupo a la Virgen del Rocío.

El conjunto musical, que celebra este año sus bodas de plata, tomó el relevo antes de que Molina tomara al fin la palabra de la mano de su director, Pepe Garrido, y sus componentes, María José Antero, Rocío Barroso, Miguel Flores, gema Evora, Manuel Evora y Cristina González.

Tras estas primeras notas que más tarde intercalarían durante el acto y con la Concha Peregrina, inundada por flores y alimentos para las hermanas de la Cruz de Las Colonias como testigo, comenzó la intervención del periodista de Teleonuba. Nacho Molina señaló que “es ahora cuando hemos aprendido a valorar lo que la vida nos daba como un sorbo ordinario de nuestra existencia” y continuó su alocución señalando que “sólo somos esclavos de nuestro individualismo, sin abrir los brazos hacia un mundo que se descompone ante nosotros sin el más mínimo interés en restaurarlo”.

Echando la vista atrás recordó “qué lejos queda ese gesto tan sumamente normal como el de dar dos besos con tu flor en el pelo a tu madre al darnos la paz en la misa de romeros”. Sus palabras continuaron señalando “cuántas veces nos quejábamos del calor abrasador que quemaba la planta de nuestros pies caminando pro el asfalto o tragando el polvo bendito de las arenas. Quién se va a poner cuando volvamos una mascarilla ya podamos cruzar el desierto del Sahara. Cómo va a ser compatible un carro donde todos compartíamos el pan, el jamón, las gambas, el queso, las croquetas y lo que hiciera falta con el gel hidroalcohólico. Si en las manos llevabas medio pino entre las uñas. Los churretes que caían por las mejillas se secaban con el abrazo del rociero que el lado tuya te llevaba del amor del Rocío”.

Molina dividió su exaltación en varias partes bajo los títulos de Emigrantes de todo menos de la Virgen del Rocío, ¡Claro que hay Rocío! y Yo quiero mi Rocío... El periodista culminó dirigiéndose al público asistente con estas palabras: “Emigrantes del romero que llena del verde de nuestra esperanza el suelo de una mano llevando a su hijo a la misa de romeros de una lágrima al sentir el agua del charco de nuestros anhelos y de la última vez de ver a la Virgen agarrado del brazo de su abuelo”.

El presidente de la Hermandad obsequió a los asistentes con un pequeño detalle de la filial para proceder después a cantar la Salve y dedicar los correspondientes vivas “a la Madre de Dios, a los hermanos que disfrutan de las Marismas eternas”.

Como en casi todos los días del recién terminado Rocío de Esperanza 2021, fueron impuestas las medallas de la filial a todos los hermanos nuevos y a todos los que quisieron volver a imponérsela en este año de la efeméride fundacional de la Hermandad de Emigrantes.