El Rocío

Huelva se viste de un Rocío de esperanza

  • El Simpecado aparece en un artística composición como si estuviese en el camino

  • La capilla permanece abierta a las visitas de los devotos

El Simpecado de Huelva recibe la visitas de instituciones y devotos.

El Simpecado de Huelva recibe la visitas de instituciones y devotos. / Rafa del Barrio

Huelva se echó a andar a este nuevo camino rociero tan especial como distinto. Un camino que ya vivieron el año pasado y que en este se retoma en otra romería que se enmarca en la ciudad, pero no por ello sin soñar en los caminos.

Huelva se adentró ayer en esa senda que conduce a la Blanca Paloma, lo hizo abriendo un camino lleno de esperanza que tiene ahora como horizonte el final del coronavirus.

Un Rocío alrededor del Simpecado que aparece a las puertas de su capilla para recibir a todos en este patio de la casa de la hermandad.

El Simpecado aparece sobre las arenas del camino rodeado de ramas, arbustos y flores que le son propias de ese camino de Moguer que por el arroyo de la Cañada le lleva hasta la aldea almonteña.

Una forma de hacer más cercano ese camino que no se alcanza con las manos pero sí con la fe de los rocieros. Un especial montaje diseñado por Antonio Rivera, asesor artístico de la hermandad, y que cuenta con un fondo de Josema López Vidal, con la labor de la mayordomía y las camaristas.

Una vara, un pañuelo, hierbas y una medalla a sus pies, sirven de nostálgico recuerdo del camino que volverá. El Simpecado sobre un monte de flores, en un lecho de arena, está adornado con fajín de almirante sobre el que prende la medalla de la ciudad y una mariposa, símbolo de transformación. El Simpecado cambia la pena de no poder asistir a la romería en la esperanza de la presencia de María entre todos en un nuevo Pentecostés. El conjunto aparece superado en el fondo de la pintura de Josema López Vidal por la paloma del Espíritu Santo.

Este nuevo Rocío se inició con la tradicional misa de romeros que presidió el capellán de la hermandad, José Antonio Omist. Una misa a la que asistió el presidente de la Hermandad de Huelva, Juan Carlos Rubio, y la hermana mayor, Desirée Márquez Carrasco.

El capellán habló de ponerse en camino, “el reto es arrancar pero sería absurdo hacerlo sin saber a dónde vamos”, “aquel que nunca sabe a dónde va jamás llegará a su destino”.

Omist dijo que “nuestro destino es el Pastorcito Divino y nuestro estilo de caminar hacia Él es el de María”. En un caminar en el que habló de la “unidad de sus hijos”, “como el Padre y yo somos uno, que sea uno para que el mundo crea”. La unidad, siempre un tema importante en las hermandades en la que a veces no es fácil ponerse de acuerdo.

Ahora el reto es la transformación del mundo recorriendo un camino “desde nuestra disponibilidad positiva a caminar y desde el destino que queremos alcanzar al modo de María”.

El gran reto, según destacó José Antonio Omist, es el de “construir una nueva humanidad, que vaya generando situaciones positivas entre todos los que podemos trabajar por el bien común”.

La misa de romeros sirvió para mover los corazones rocieros que desde bien temprano estaban ya latiendo en esta mañana que se anunciaba en el cielo azul de Huelva con salvas de cohetes.

En la misa, los cantos litúrgicos y las sevillanas a la Virgen en la voces del coro de la Hermandad de Huelva y los tamborileros.

Ese reguero de gente que se da cita cada jueves de Rocío en la plaza Paco Toronjo para despedir al Simpecado verde de Esperanza, acudía de manera masiva y se formaron largas colas para acudir hasta sus pies. Rezos, plegarias, cantes, oraciones, ofrendas de flores a un Simpecado al que en ningún momento le faltó esa cercanía de una Huelva que siente esa vivencia de Pentecostés que se expresa de una forma tan especial.

Los primeros vivas fueron de la hermana mayor Desirée Márquez. Unos vivas especialmente emocionados, es el segundo año esperando poder agarrar le Simpecado en esta mañana cuando el presidente cumple la tradición de entregárselo para colcoarlo en la carroza de plata e iniciar el camino. Este año tampoco pudo ser, la pandemia del coronavirus lo volvió a impedir, pero no le pudo robar a la gente los sentimientos y esos vivas emocionados que se lanzaron a lo largo de la jornada al Simpecado de Huelva.

A lo largo de la jornada se sumaron muchas visitas institucionales.

Por la noche se rezó el santo rosario, acompañado por el Coro Joven de la Hermandad de Huelva y todo concluyó con la Salve.

Este Rocío se seguirá viviendo estos días marcados por el rezo de ángelus, el rosario y la Salve de despedida. El domingo, a las 13:00, será la misa de pentecostés en el patio de la casa de la hermandad, siguiendo las medidas de restricción de aforo que marcan las autoridades sanitarias.

Quedará también un momento para vivirlo en unión con los rocieros de Emigrantes en la catedral el día 26.

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