El Rocío

Avante claro hasta la aldea

  • La Comandancia se convierte con la salida de los rocieros en un día tan marinero como el de la Virgen del Carmen

  • Es el último adiós a los peregrinos que navegan en un mar de pinares

La salida rociera es tan marinera en Huelva como el día de la Virgen del Carmen en la Comandancia de Marina. La plaza se encuentra desbordada de onubenses, que viven uno de los momentos más importantes del año, como dijo ayer en la despedida el comandante naval, Francisco Javier Martínez, que era el anfitrión de la jornada.

La comitiva protocolaria de estandartes y junta de gobierno se dispone en arco en la plaza; los tamborileros nada más ver a la carreta acercarse por la avenida Sanlúcar de Barrameda la reciben son el sonido del tamboril y la gaita.

La Plaza de la Marina es un lugar muy especial, porque aquí de alguna forma es el último adiós a los romeros y ese privilegio lo tienen ellos, para que nadie olvide esa importancia marinera de Huelva, que viste a la carreta de plata con su Ría de luz en ese baño de sal que le imprime de una alegría especial.

En su despedida una estrella, que es para los rocieros la Blanca Paloma, que en el mar es la Virgen del Carmen, que se funden para guiarles como estrella polar que les guía. El comandante naval decía que Ella es la que vela por esos mares de pinares y deseaba que lo haga durante el resto de la vida de cada rociero.

"Un olor a romero, una multitud caminando, es el preludio de que Huelva entra en El Rocío", dijo. El grupo Quitasueño es que el que desde el balcón del edifico de la Comandancia canta al Simpecado. Los vivas se suceden uno tras otros y todo se reviste de emoción y cantes con palmas de Huelva, Huelva...

"Carmen y Rocío es la misma Madre, dichosos vosotros que vais a verla, pedid por los que se quedan aquí", dijo Martínez.

Un momento muy especial es cuando aquí el comandante les pide a los rocieros que le canten a la Virgen del Rocío lo mismo que ellos lo hacen a la del Carmen con la Salve Marinera, que entonada por los marinos siguen todos los que acuden a esta despedida multitudinaria.

Con ese "Salve Estrella de los Mares..." se va el corazón hacia las marismas con un "avante claro en demanda de la aldea", como dijo Francisco Javier Martínez.

"Es mi Huelva por la Ría, una copla que se baña...". Continúa caminando la carreta y llega hasta la altura del muelle de Río Tinto, donde la carreta se vuelve a Huelva y a los peregrinos que vienen tras ella desde la salida, con el deseo de Cinta Burguillos de que a la vuelta lo hagan con la misma alegría por haber pasado un Rocío espléndido.

A las doce de la mañana se reza el Ángelus a orillas mismas del Odiel y ya Huelva se va para El Rocío con los besos recogidos en sus calles entre miles de onubenses.

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