El Rocío

Almonte y Huelva unen sus devociones de Rocío y Cinta

  • El obispo Santiago Gómez preside el acto en una solemne misa celebrada en el santuario de la Cinta

  • Se resaltan los números vínculos de cercanía entre las dos devociones

Almonte y Huelva unen sus devociones de Rocío y Cinta

En El Conquero, con la marismas a sus pies que lleva el aire salobre de Huelva hasta las marismas almonteñas, tuvo lugar ayer uno de los actos marianos más importantes de los vividos en la provincia, el hermanamiento de dos grandes devociones, la de la Virgen del Rocío y la de Virgen de la Cinta.

Un acontecimiento que se engarza en este preámbulo de Pentecostés vivido en nuestra ciudad bajo el lema ‘Huelva es Rocío’ y que ha llenado de marianismo este tiempo de Pascua.

Dos devociones que en muchos momentos de su historia se encontraron entrelazadas por los hijos de Almonte y Huelva. Ayer, ante la Virgen de la Cinta, se vivió un momento único en el que afloraron tantas emociones compartidas y sentimientos de muchas generaciones que abrieron antes el camino a este hermanamiento, que viene a coincidir en la fiesta de la Virgen de Fátima.

En el protocolo de firma se constata que las imágenes de las Vírgenes de la Cinta y del Rocío han constituido históricamente la devoción popular que más han venerado los vecinos de Huelva y Almonte, representando así el principal símbolo de cohesión social de estas poblaciones.

Devociones que se verán igualmente relacionadas con la vocación americanista de Huelva y Almonte, compartidas por tantos hijos de los dos municipios que desarrollaron su actividad empresarial y profesional. Reflejo de ello es la capellanía de Baltasar Tercero desde Perú que fomentó de manera significativa la devoción a la Virgen del Rocío, al igual que la de Francisco Martín Olivares desde México para las fiestas de la Virgen de la Cinta.

Igualmente destaca el vínculo a finales del siglo XIX cuando nace la hermandad filial del Rocío de Hueva por devotos que ya lo eran de la Virgen de la Cinta, antes de conocer a la Virgen del Rocío. Por ello, en el hermanamiento se recoge que “el fervor a la Virgen de la Cinta ha servido desde entonces y hasta hoy de abono y de fundamento para el crecimiento de la devoción rociera en la ciudad”.

De esa simbiosis devocional el mejor exponente es el abogado y pedagogo Manuel Siurot Rodríguez, quien fuera hermano mayor de ambas hermandades. Una “figura realmente ejemplar” para cinteros y rocieros, por lo que en este hermanamiento se quiso destacar también en estos momentos el empeño común que significa la reapertura de la causa de beatificación por la diócesis de Huelva, en lo que están ambas hermandades.

Santiago Padilla y Esteban Brito, con los cuadros que se iban a intercambiar. Santiago Padilla y Esteban Brito, con los cuadros que se iban a intercambiar.

Santiago Padilla y Esteban Brito, con los cuadros que se iban a intercambiar. / Josué Correa

Esta cercanía se fortalece aún más en la expresión fraternal de las dos hermandades del Rocío de la capital, Huelva y Emigrantes, quienes están hermanadas con la Hermandad de la Cinta. Por todo ello, “hay un reconocimiento de gratitud por parte de la Hermandad Matriz de Almonte a la Hermandad de la Cinta”.

La devoción a la Virgen de la Cinta canalizó también la devoción mariana de muchos almonteños y onubenses del Condado y de otros lugares de la provincia que se establecieron en la capital; sobre todo en los años sesenta del siglo pasado, “encontrando en Ella, un cauce para vivir su fervor original y su vida cristiana”.

El santuario de la Virgen de la Cinta es desde el año 2014 etapa oficial del Camino Europeo Mariano del Rocío, que une Bruselas con El Rocío, pasando por algunos de los santuarios marianos más importantes de Europa occidental.

Las devociones de las vírgenes de la Cinta y Rocío se encuentran también unidas por hechos muy significativos en la historia de la iglesia diocesana. Con ocasión de la celebración en Huelva de los Congresos XVIII Mariano y XI Mariológico, al cumplirse el V Centenario del Descubrimiento de América, que tuvieron como hitos significativos la Coronación Canónica de la Virgen de la Cinta, según bula pontifica de San Juan Pablo II, el día 26 de septiembre de 1992, por el legado Eduardo Martínez Somalo quien presidió la clausura de los congresos al día siguiente en El Rocío. El día 14 de junio de 1993 se vivió un hecho trascendente en la vida de las dos devociones, al acudir Su Santidad el Papa San Juan Pablo II a Huelva y al Rocío, cuando se postró a los pies de ambas imágenes.

Igualmente, ambas imágenes se encuentran juntas a la veneración en capital de España, ya que al dedicarse en la capilla de la Santa Cruz de Madrid un altar a la Virgen de la Cinta por su hermandad filial, se incorporaron las imágenes de la Virgen del Rocío y de San Sebastián.

Lazos todos ellos que en la jornada de ayer se vieron reforzados en un camino de unidad que ahora se inicia.

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