Málaga

El reino de De la Torre, en cuestión

  • La irrupción de Ciudadanos y Málaga Ahora siembra de interrogantes la mayoría absoluta del PP, que domina desde 1999. Ni PSOE ni IU parecen capaces de aprovechar el desgaste popular.

El tablero de Málaga se abre por vez primera en los tres últimos lustros a la disputa. El escenario de batalla, dominado con mano de hierro por el Partido Popular desde 1999 en adelante, con una secuencia de cuatro mayorías absolutas continuadas, se asoma ahora como un territorio de incertidumbre, ante la posibilidad real de que los populares pierdan la hegemonía abrumadora de las citas con las urnas pasadas. Todas las encuestas hechas públicas en las últimas semanas, en la recta final de la campaña, cuestionan de manera más que clara la opciones de que el cabeza de cartel del PP y actual alcalde, Francisco de la Torre, sea capaz de revalidar la mayoría absoluta.

Los augurios pronosticados por las empresas demoscópicas apuntan, más bien, a una victoria insuficiente para gestionar el mandato próximo en solitario. La horquilla sitúa en entre 14 y 16 la cosecha de De la Torre el próximo domingo. La segunda cifra avalaría las buenas expectativas de los populares, que confían en mantener su posición hegemónica; la primera, así como la suma de 15 ediles, obligaría al PP a gobernar en minoría o encontrar en las otras fuerzas con aspiraciones reales a disponer de representación en la Casona del Parque el apoyo necesario para avanzar en los próximos cuatro años.

Sea como fuere, incluso en las peores previsiones dibujadas por los sondeos, De la Torre parece mantener intacta su figura, a pesar de tener a sus espaldas ya quince años con la responsabilidad de la Alcaldía. Al menos la erosión del tiempo y la gestión, a lo que añadir la carga que puede aplicársele por la labor del Ejecutivo de Mariano Rajoy, no parece suficiente como para prever una debacle con la que atisbar una salida del gobierno local.

A ello ayuda la más que previsible fragmentación del voto. Lejos de la fotografía presente de la Corporación malagueña, en la que hay tres fuerzas con presencia física, todo apunta a que tras el 24-M serán al menos cinco las formaciones. Al PP, al PSOE y a IU se sumarán, de confirmarse las expectativas, Ciudadanos y Málaga Ahora, agrupación electoral apoyada por Podemos. La particularidad de estas otras fuerzas emergentes hacen inviable un frente común ante De la Torre en el caso de que éste se quedase a las puertas de la mayoría absoluta. La apertura de la primera sede del Centro Pompidou fuera de Francia y del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo han permitido al regidor adornar un mandato carente de actuaciones de consideración.

La tendencia que marcan las últimas elecciones en territorio malagueño, europeas de 2014 y las autonómicas del pasado mes de marzo, vienen a confirmar las previsiones de los sondeos, con evidentes pérdidas de apoyo hacia el PP. En el caso de las elecciones andaluzas el trasvase fue más que palpable de votantes tradicionales populares a Ciudadanos, proceso al la que el candidato popular trata de poner freno en los comicios del próximo domingo. De ser capaz de convencer a estos electores de que sigan confianza en él, los resultados podrían ser más halagüeños para sus intereses.

Lo que parece evidente, a falta de la fotografía cierta de las urnas, es la incapacidad del PSOE y su candidata María Gámez (portavoz municipal en los últimos cuatro años) de arañar el espacio suficiente para bloquear la capacidad del PP de seguir gobernando la capital. Las encuestas apuntan incluso a que lejos de aprovecharlo, el grupo socialista, que obtuvo 9 concejales en 2011 (posteriormente uno de sus concejales se desvinculó del grupo), podría llegar a perder entre uno y dos asientos en el salón de plenos. Ello podría suponer su regreso, en términos electorales, a 1995, cuando logró una representación de siete ediles, la más baja en los últimos cinco comicios locales en la capital.

El caso de Izquierda Unida es igualmente paradójico. En plena efervescencia sobre la generación de candidaturas plurales, la coalición optó por formar parte de una agrupación junto con otros colectivos y bautizada Málaga para la Gente. Ante la incapacidad de muchos electores de asociar a esa marca a IU, en última instancia se llevó a cabo una redefinición de la misma, incidiendo en la presencia de IU en la misma. A pesar de ello, Eduardo Zorrilla, cabeza de cartel, como mucho opta a contar con dos concejales en el Ayuntamiento, uno menos que en la actualidad. Buena parte de su espacio, al igual que del PSOE, lo ocuparía Málaga Ahora, grupo que cuenta con el apoyo directo de Podemos. En su primera aparición, junto con la de Ciudadanos, podría convertirse en la tercera fuerza política con más apoyos.

La batalla por Málaga lo es por 31 concejales; con contendientes que pugnan por mantener el dominio iniciado en el año 1995, cuando Celia Villalobos se hizo con la vara de mando ante la incapacidad de pacto del PSOE e IU, en el caso de los populares, y poner fin a esta hegemonía, en el caso del PSOE e Izquierda Unida.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios