Elecciones Andalucía

El PSOE andaluz examinará a Sánchez tras el 24-M

PEDRO Sánchez pisó una raya que el PSOE andaluz no quería que sobrepasase, la de Dos Hermanas, municipio icono para los socialistas y gobernado por Francisco Toscano, uno de los pocos alcaldes distanciados de la presidenta Susana Díaz. Toscano es, además, el alcalde de la mayor población gobernada por los socialistas y define en sí mismo el escaso éxito que el PSOE ha tenido en las dos últimas décadas en las grandes ciudades andaluzas. El partido de Susana Díaz se vuelve a examinar la noche del domingo después de haber ganado con holgura las elecciones europeas y las municipales, pero durante horas no sólo estará atento de lo que ocurra en la comunidad, sino en el conjunto del país. Fuentes del PSOE andaluz explicaron que también van a estar pendientes del resultado nacional, de algunas comunidades autónomas y de las grandes ciudades, en las que los socialistas pueden caer hasta un tercer puesto, caso de Madrid y Barcelona, y es que la dirección de la calle de San Vicente sigue sin fiarse del liderazgo de su secretario general, Pedro Sánchez.

Su visita a Dos Hermanas el miércoles pasado, horas antes de su mitin en Alcalá de Guadaíra, ha caído muy mal en la cúpula del PSOE andaluz, que intentó que no fuera a la población nazarena y consiguió que no pisase la ciudad de Sevilla. El frío distanciamiento que todos observaron en el mitin de Alcalá entre Susana Díaz y Pedro Sánchez no fue una visión subjetiva de terceros espectadores, sino fruto del enfado de la presidenta y del hartazgo de Sánchez, que desafía ya abiertamente a quien fuese su mentora hace un año. El secretario general, sin embargo, se ha ido ganando a buena parte del PSOE durante esta campaña, los sondeos no le van mal, tiene a Felipe González de su lado y no parece que vaya a haber ningún candidato de peso en liza para competir en unas primarias. Es más, aunque el resultado fuera malo, Sánchez no se irá, tendría que rebelarse en su contra el comité federal o dimitir la mayoría de los miembros de su Ejecutiva, las dos únicas opciones para forzar la dimisión del secretario general.

La rivalidad entre Susana Díaz y Pedro Sánchez es pública. El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, dijo ayer en Mérida que "no todos tenemos que ser amigos" en el partido. Rajoy, en su visita del miércoles a Sevilla, también subrayó este hecho. "Cuando Susana Díaz y Pedro Sánchez se pongan de acuerdo, que llamen a Juanma", dijo en referencia a Moreno Bonilla y a las negociaciones de la investidura de Susana Díaz. Fernández Vara, que no apoyó a Sánchez en las primarias, está ahora a su lado. "No se le eligió para que fuera el gerente de Ferraz", indicó horas antes de intervenir en Cáceres junto a Sánchez y a Felipe González, volcado desde hace tres meses en el nuevo secretario general. Susana Díaz ha perdido su apoyo para convertirse en la líder nacional del partido, al menos por el momento, y es que todos los consultados reconocen la fuerza del liderazgo de la presidenta andaluza, aunque creen que el PSOE no se puede permitir un tercer secretario en menos de dos años.

La hoja de ruta de Susana Díaz ha permanecido oculta, aunque resultase evidente, pero a la presidenta no le ha ayudado ni este empoderamiento de Pedro Sánchez ni el resultado de las elecciones andaluzas, buenos pero no suficientes para estar en disposición de hacerse con el liderazgo del partido.

Es complicado encontrar el motivo inicial de la rivalidad con Pedro Sánchez. Uno de los colaboradores de Susana Díaz recurre a las complicaciones que tienen dos cargas del mismo signo para acercarse: se repelen y, a medida que aumenta el valor, mucho peor. Sánchez ganó las primarias gracias a Susana Díaz, pero la dirección del PSOE andaluz nunca ha confiado en su liderazgo, las críticas de Andalucía han sido constantes casi desde el otoño pasado, primero comenzaron como pequeñas diferencias a las que se restaba importancia una vez anunciadas pero todo se complicó en mitad de la campaña andaluza, cuando el secretario general destituyó al madrileño Tomás Gómez y se ganó el apoyo de Felipe González.

Cabe preguntarse cuánto de malo tiene que ser el resultado del PSOE el próximo domingo para que la dirección sea, realmente, cuestionada. O cuánta diferencia tendría que haber entre el resultado andaluz y el nacional para lo mismo. En 2011, el PSOE andaluz perdió frente al PP por siete puntos, pero en el conjunto de España la diferencia se agrandó hasta los 18 puntos. Los sondeos apuntan a una victoria socialista el 24-M en el conjunto de Andalucía mientras que a nivel nacional se puede estar cerca del empate. No obstante, hay que hacer una consideración: las elecciones municipales se juegan en dos partidos. El primero es el del domingo, pero el otro, el definitivo, llegará cuando se constituyan los plenos.

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