Elecciones Andalucía

Díaz achaca el "batacazo" del PP a la falta de apoyo para su investidura

  • La presidenta en funciones de la Junta ensalza la victoria socialista en seis de las ocho provincias y abre la puerta a futuros pactos

Las elecciones de ayer eran para Susana Díaz mucho más que unos comicios locales. La presidenta en funciones de la Junta esperaba como agua de mayo una victoria contundente en las urnas para recuperar su posición de fortaleza en el mapa político andaluz y dentro de su propio partido tras el bloqueo de su investidura por parte de los partidos de la oposición y la consiguiente parálisis del Gobierno regional con un Parlamento aún por constituir -desde las elecciones autonómicas del 22 de marzo-.

Los resultados de anoche le dieron la coartada perfecta para sacar la artillería pesada contra el PP, su principal obstáculo para volver a regentar el Gobierno andaluz. Díaz subrayó que, si hace cuatro años el PSOE perdió las municipales por más de siete puntos, ayer las ganó por más de cuatro, imponiéndose en seis de las ocho provincias -menos en Málaga y Almería-. Y atribuyó este "batacazo del PP-A" a su "actitud irresponsable y egoísta" en el Parlamento impidiendo su investidura. "¿Cuántos batacazos más se tendrán que dar para volver a la responsabilidad?", ironizó.

La presidenta interina se cebó con el partido de Moreno Bonilla al remarcar que "ha perdido el calor de los andaluces", que no han entendido "cómo el PP ha jugado durante más dos meses con Andalucía". No en vano, esta formación ha pasado de recabar en 2011 el mejor resultado de su historia en unas municipales a perder la mayoría absoluta en todas las capitales de provincia, muchas diputaciones y más de 500 concejales.

Díaz sacó pecho por haber logrado "tres de tres". Lo repitió como un mantra hasta desatar la euforia de militantes, interventores y apoderados congregados en la sede del PSOE-A de la calle San Vicente, en Sevilla. "En un año, hemos ganado las europeas, las autonómicas y las municipales", exclamó, para añadir que esto les carga de responsabilidad de cara a los ciudadanos. "El futuro que se abre exige diálogo, acuerdo y consenso", avanzó, con lo que abrió la puerta a pactos con otras fuerzas.

Díaz, que compareció junto al candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, sacó pecho especialmente por los resultados obtenidos en la capital andaluza y en Huelva, dos grandes ciudades en manos de los populares que la presidenta se había marcado como objetivo. Incidió en que los sevillanos "han pedido un cambio" -el PSOE sube a 11 concejales, a un edil del PP de Zoido-, y subrayó que en Huelva han ganado "con claridad", con lo que Gabriel Cruz será el próximo alcalde.

La nota de color la puso la sobrina de Díaz, Laurita, que se paseó de la mano de su tía con una camiseta del Betis. Dobre alegría para Susana, la de las elecciones y la de la subida de su equipo a Primera.

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